Ever Martínez “sabía todo” sobre Pavão

El actual encargado de despacho del Ministerio de Justicia “sabía absolutamente todo” lo que hacía Jarvis Chimenes Pavao en el penal de Tacumbú, según aseguró Laura Casuso, abogada del narco, quien mencionó incluso la existencia de fotos y filmaciones.

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“El doctor Éver Martínez veía absolutamente todo lo que se hacía; hoy aparece denunciando a la Fiscalía General como que él, en su calidad de viceministro, desconocía todo. Yo tengo fotos conmigo, filmación conmigo (...) Pero, por el amor de Dios, eso es una falacia”, dijo la abogada Laura Casuso en contacto con ABC Cardinal acerca del lugar que habitaba su cliente en Tacumbú, una celda “VIP”.

Fue más allá y dijo que esto no es solamente de un ministro ni de un director, porque todas las obras de mejora y caridad para con los internos que venía realizando Jarvis desde 2009 se hicieron con la venia de las autoridades. Él no pudo haber metido albañiles ni materiales sin autorización, apuntó. Dijo que el lugar que habitaba su cliente ya existía y que lo que él hizo fue reformar para hacerlo "más habitable". Además señaló que la parte de la oficina o biblioteca era un lugar destinado al culto religioso y la lectura bíblica y por lo tanto era utilizado por otros reos y pastores.

Casuso apuntó que existe una zona conocida como Camboya dentro de la cárcel que era donde estaba gente de la que “nadie se acuerda ni le pasan un pedazo de pan”, y que allí, Jarvis también hizo reformas y equipó cuartos con los mismos muebles de los que él se servía en su celda. Eso se hizo a través de la iglesia que frecuenta su cliente, dijo.

La abogada apuntó que no solamente un centenar de reos se alimentaban diariamente a través de las compras semanales de entre 10 y 15 millones de guaraníes que ella hacía personalmente, sino que además, cuando habían visitas oficiales, “obviamente” las autoridades no comían de la comida que se les daba a los presos, sino que comían lo que salía de la cocina de Jarvis.

Si fuera solo por las gestiones del gobierno y su estrategia, Arlan Fick estaría muerto, dijo Casuso. Contó que un grupo de personas, empresarios y otros pobladores del norte ayudaron a las autoridades en la “diplomacia” para lograr la liberación del joven.

Dijo que no podía precisar qué exactamente fue lo que hicieron, pero dijo que podría ser dinero, lugares claves para que las fuerzas públicas tengan sus bases de inteligencia o puedan esconderse. Negó que se haya munido de armas a las fuerzas públicas en momento alguno pero aseguró que esa colaboración de pobladores del norte, entre los cuales estaba su cliente, existió.

“Facilitarle elementos que puedan servir para investigación, lugares que sean determinantes para que ellos puedan hacer una base y desde ahí opere su servicio de inteligencia”, explicó la abogada.

Casuso dijo que tanto ella como su cliente “están perdidos” (desconcertados) sobre qué motivó el traslado de su cliente y la forma. Hasta ahora, dijo, no le han presentado los argumentos que justifiquen el traslado y dijo que es absurdo pensar que Jarvis estuvo involucrado en el asunto de “la famosa dinamita que ahora nadie se acuerda”. “Él quiere saber quién está detrás de todo esto porque el siempre ha obrado como una persona obediente de todas las cosas”, dijo Casuso.

No dio nombres, pero afirmó que no hay bandera política cuyos miembros no hayan pedido ayuda a Jarvis para sus campañas, sea con dinero, con recursos logísticos como vehículos y demás. “Este es el país de la hipocresía”, dijo Casuso.

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