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Al menos un centenar de pilarenses damnificados por la crecida en Pilar, Ñeembucú, se encuentran manifestándose desde pasadas las 19:00 frente al domicilio particular del gobernador departamental, Luis Benítez (ANR, cartista) y anuncian que seguirán en vigilia en el lugar hasta tanto no reciban una respuesta satisfactoria.
Según informó el corresponsal de la zona, Miguel Rodríguez, horas antes en sede de la gobernación, tanto el gobernador como el intendente de Pilar, Alfredo Stete (ANR, Añeteté) dijeron que mañana iniciaría un censo para pedir víveres para afectados por las inundaciones que piden ser asistidos y que ya no tienen qué comer hace cuatro días, por lo que exigen una respuesta inmediata.
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Los manifestantes aseguraron que ambas autoridades decidieron salir por la ventana de la sede departamental para evitar encarar a los pobladores, por lo que decidieron ir a la casa del gobernador para escracharlo, ubicada en el barrio San Miguel. Al llegar al lugar inició una serie de incidentes en que prendieron ruedas, lanzaron papel higiénico, huevos y objetos contundentes hacia el domicilio de Benítez. En el lugar existe un contingente policial que no resultaría eficiente de desatarse algún tipo de enfrentamiento.
Los damnificados piden la renuncia de las autoridades ante su ineptitud para solucionar esta problemática que afecta a la gran mayoría de los habitantes de la zona. Aseguran además que la visita del presidente de la República, Mario Abdo Benítez fue para “mostrarse y hacer de cuenta que todo está bien”, ya que permaneció apenas 40 minutos en el lugar y ni siquiera recorrió las zonas afectadas para adentrarse de las necesidades.
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Anunciaron que seguirán en el lugar hasta tanto reciban una respuesta favorable a sus reivindicaciones, la que sería una inmediata asistencia por parte de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN).