Esta instrucción fue entregada a Álcido Fick por su hijo Arlan, quien fue liberado anoche. El joven dijo a su padre que los líderes del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) le indicaron que la familia debe entregar 100 canastas navideñas en Kurusu de Hierro. Fuentes de la Fuerza de Tarea Conjunta confirmaron esta información y señalaron que no le dieron un plazo a la familia para que cumpla con esta indicación.
Es la segunda vez que los Fick se ven obligados a repartir alimentos. La primera vez tuvieron que distribuir víveres por US$ 50.000 en las localidades de Kurusu de Hierro y Arroyito. Estas dos ciudades son representativas para el EPP, ya que estaban bajo la influencia de Bernardo Bernal Maíz, uno de los fusileros de la banda. Este sujeto, conocido como “Coco” falleció el día que Arlan fue secuestrado, el 2 de abril pasado. Los actuales cabecillas del grupo quieren rendirle homenaje utilizando nuevamente a los Fick.
El EPP ya consiguió que la familia Fick prácticamente se humillara en público. En una de las pocas conferencias de prensa que brindó Álcido, suplicando la liberación de su hijo, se dirigió a Osvaldo Villalba llamándole “señor comandante”. Esta nueva exigencia del EPP demuestra, evidentemente, que la pesadilla no terminó con la liberación de Arlan. Los Fick, seguramente, continuarán soportando la presión del grupo criminal.
De hecho, continuar extorsionando a las víctimas es parte del modus operandi de la banda. El EPP exigió a la familia de Fidel Zavala, una de las víctimas de los criminales, que distribuya carne. En ese momento, el ganadero todavía estaba secuestrado. También pedía permanentemente dinero a Luis Lindstron, quien también fue víctima del grupo. Este hombre, finalmente, fue asesinado por el EPP.