Todos lo conocen con el apodo de “Moro va'i”, y vive en el sitio hace años. Se caracteriza por ayudar a las personas, sobre todo a los automovilistas que suelen quedar varados al costado del camino en los dias de lluvias. Posee un caballo, con el cual ayuda a los conductores.
Se desconoce si tiene algun familiar, y su edad rondaria los 80 años. Su caballo y sus perros son sus compañeros, en medio de la soledad y abandono en la cual vive. La población mas cercana dista a unos 40 km de su vivienda. De vez en cuando algun ganadero de los alrededores le surte de víveres y carne para su subsistencia.
En estos momentos, al estado de abandono en que vive, se suma el hecho de que las aguas de lluvias inundaron la mayor parte de su vivienda, por lo que prácticamente pasa la mayor parte del día sobre el camino, en un sitio con mayor altura.
Atendiendo a la precariedad en que se encuentran los caminos del Alto Paraguay, que hace que la region este prácticamente aislada, casi nadie transita por estos parajes.
Así recibirá el año nuevo don Pedro, rodeado de mucha agua, molestosos mosquitos y la soledad de siempre.