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López Flores reafirmó las expresiones del presidente Franco, respecto a que la salida de Cáceres es producto de una intención del mismo de incorporar una deuda argentina a las cuentas de la binacional.
“Resulta claro que no corresponde (la decisión de Cáceres). Cometió un desliz al no hurgar e investigar esas obras (que querían cargarle a la EBY)”, manifestó, en contacto con Canal 100.
Aclaró que aunque el comité ejecutivo de la binacional aceptó la transferencia del costo de los trabajos, finalmente la decisión no queda firme, ya que se necesitaba de la ratificación del consejo.
Algunas de las obras que pretendían incluir en el “ajuste contable” datan del año 1981, según explicó López Flores.
El flamante director de la EBY consideró que el “desliz” de Cáceres es prueba de las consecuencias que genera la constante rotación en los altos puestos.
Consideró que, debido a los sucesivos cambios, los directores de turno no están al tanto de todos los movimientos realizados en el pasado y pueden cometer errores a la hora de tomar decisiones.