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“Seguimos teniendo negativas familiares. Siguen existiendo esos miedos”, reconoció el director del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), Hugo Espinoza, quien fue el principal orador del acto. Por ello, consideró necesario estimular a la sociedad para superar esos miedos.
“Es un proceso que sigue avanzando y, de hecho, ya hemos avanzado mucho”, resaltó el profesional. Para tener una idea, recordó que, de tener solamente 3.000 donantes voluntarios en 2008, hoy se tienen registrados casi 21.000 nombres de personas que se inscribieron como donantes voluntarios.
El titular del INAT habló también sobre un proyecto que ya se concretó con el Centro Médico La Costa, que es un centro privado. El convenio consiste en que algunos trasplantes se podrán realizar en ese lugar y que, si los costos sobrepasan lo preestablecido con el Ministerio de Salud, se asumirá por el mismo hospital como “costo social”.
Esta modalidad será adoptada siempre y cuando no haya disponibilidad en los servicios públicos de salud. Similar sistema ya se llevó a cabo alguna vez con el Centro Médico Bautista, uno de los principales hospitales privados dedicados a los trasplantes.