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“Cuando uno tiene un caso de secuestro es capaz de hacer lo que sea. (...) Uno no tiene la más pálida idea de lo que está sucediendo y la vida de los familiares es lo principal. Por lo menos lo que yo pasé, viví al lado del teléfono esperando que esta gente se digne y suplicándole que se pongan a negociar, así que me pongo en el lugar y puedo entender perfectamente la situación de la familia”, dijo Gusinky, cuya hija Cecilia fue secuestrada y asesinada por el autodenominado EPP.
La misma dijo que no se debe desalentar la lucha contra este grupo criminal. “Tenemos que seguir luchando y no cansarnos de hacerle frente al EPP y saber que es una lucha muy difícil. A Colombia le llevó años (con las FARC), porque es una lucha desigual, ellos tiran a matar, no les importa que sean criaturas o violar los derechos humanos; solo les importa su ley, que es la de la selva”, insistió.
Sin embargo, la senadora aparentemente se olvidó, al menos en parte, de “su lucha” contra el grupo criminal, ya que hace poco tiempo se constituyó en aliada de quien anteriormente acusaba de ser miembro del EPP: el senador Fernando Lugo.
“El EPP tiene indudablemente su brazo político (...) El brazo político comenzó con Patria Libre. Ahora tienen nexos con algunos partidos, especialmente con la facción de izquierda”, dijo, pero cuando fue insistida sobre si seguía apuntando a los referentes del Frente Guasu refirió: “Eso es todo lo que voy a decir”.