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Como cada 8 de diciembre, cientos de feligreses llegaron hasta la pequeña capilla “Virgen de Caacupé” ubicada en la compañía Puerto’i, a unos tres kilómetros del casco urbano del distrito de San Pedro del Ycuamandiyú y a orillas del río Jejuí.
Agradecer por los favores recibidos o pedir algún milagro, los motivos que movilizan a los feligreses cada año se hicieron presentes una vez más.
Sin embargo, la celebración de la fiesta de la Virgencita Azul tuvo un toque particular este año para quienes por no poder ir hasta la Villa Serrana deciden acudir hasta la capilla levantada en honor de María a las afueras de la ciudad de San Pedro. Y es que el desborde del río Jejuí obligó a los feligreses a ingeniarse para poder completar el camino hasta el recinto.
Los accesos a la capilla, que no fue alcanzada por el agua del cauce desbordado ya que se encuentra en una altura, están totalmente bloqueados como consecuencia de las crecidas que han afectado a cientos de familias en el segundo departamento, informó el corresponsal de ABC Color Omar Acosta.
A pesar de ello, los fieles siguieron llegando. Pobladores voluntarios se pusieron a disposición y con botes ayudaban a que los peregrinantes pudieran continuar con el camino hasta la capilla desde donde el agua impedía seguir a pie.
Las visitas no pararon en toda la noche del lunes y madrugada del martes. A las 08:00 de esta mañana se realizó la celebración eucarística, a cargo del padre Juan Carlos Palacios y antes se realizó una pequeña procesión alrededor de la capilla.
Luego de las celebraciones religiosas, se ofreció chocolate para los niños y se realizó el tradicional karu guasú ofrecido por los promeseros y vecinos de la zona.