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La cuadra de la Basílica de Caacupé se encuentra a estas horas repleta no solo de feligreses, sino de comerciantes que encuentran en la fiesta mariana una oportunidad de ofrecer productos que les permitan el sustento.
La oferta es variada e interesante. En nuestro recorrido pudimos encontrar desde la tradicional chipa, hasta los termitos azules con el diseño de la Virgen de Caacupé.
Para los más devotos, se ofrecen las imágenes de la virgencita azul en diferentes tamaños. La más pequeña se puede adquirir por G. 10.000, y la más grande, que cautiva a los fieles por tener un tamaño similar al de la Virgen de Caacupé que se encuentra en la Basílica, se puede comprar por la suma de G. 250.000.
La vendedora de las imágenes nos cuenta que tan solo en la jornada de este miércoles 7 de diciembre, ya ha vendido tres imágenes de tamaño grande. Y de las virgencitas en tamaño pequeño es imposible cuantificar la cantidad, pues se venden a cada momento.
Los precios de los bidones con la forma de la virgen oscilan entre G. 3.000 y G. 15.000, dependiendo del tamaño. Se comercializan vacíos, ya que por disposición de las autoridades, está prohibido que los comerciantes carguen el agua. “Los peregrinos deben cargar ellos mismos su agua del Tupasy Ykua (pozo de la virgen), porque eso también forma parte del pago de la promesa”, explica la vendedora.
Cada vez es mayor la cantidad de personas llega a la Villa Serrana para sumarse a la fiesta en honor a la Virgen de los Milagros de Caacupé, pese a que el tiempo nublado anuncia que la tormenta está cerca, no disminuye el flujo de peregrinos que llegan a buscar refugio en los alrededores de la Basílica, hasta el momento de las celebraciones eclesiásticas.