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El hecho se produjo poco después de las 11:00 del martes en las inmediaciones de la escuela San Rafael a donde asistía a principios de año el menor que debido a los acosos que sufría en la mencionada institución, debió mudarse a la escuela John F. Keneddy de esta misma ciudad. Sin embargo, el cambio de escuela no fue suficiente y el acoso se convirtió en una desproporcionada agresión con “una emboscada por parte de sus excompañeros”, relató Luis Arévalos, padre del menor agredido.
Arévalos indicó que a su hijo le rompieron la nariz, la cabeza y tiene varios moretones en el rostro, fruto de una golpiza en la que incluso participaron alumnos de mayor edad que la víctima. Él está asustado y hoy directamente ya no fue a la escuela por temor a que sea nuevamente agredido.
Tras la golpiza, la madre del menor fue primero a la Comisaría jurisdiccional donde le recomendaron que acuda a la Fiscalía, esta instancia a su vez recomendó que ponga a conocimiento de la Codeni, por tratarse de menores y retornar nuevamente al Ministerio Público para dar trámite a la denuncia.
El indignado padre criticó la postura tomada por la directora de la escuela San Rafael, Fátima Díaz de Velázquez, acusándola de no tomar acciones concretas tras tomar conocimiento del grave suceso y mucho menos de prevenir las conductas violentas dentro de la institución a su cargo.
ABC Color contactó con la directora de la escuela a la que asisten los supuestos agresores, quien detalló que la trifulca ocurrió en la vía pública. No obstante, se vio en la obligación de intervernir debido a que los menores estaban vestidos con el uniforme del colegio, razón por la cual en la mañana de hoy mantuvo reuniones con los padres y se les notificó que los mismos serán suspendidos por un periodo de tres días.
La propia directora admitió que con la suspensión difícilmente se llegará a la solución de un problema por demás complejo que tiene que ver con la violencia estudiantil, que en muchos casos ya se origina desde el mismo entorno familiar, como en el caso particular de uno de los agresores que fue trasladado de la Chacarita hasta Itacurubí para seguir continuando sus estudios.
“Este tema es más delicado y la situación que enfrentamos como docentes no es tan fácil. El chico que protagonizó este hecho vino de la periferia de Asunción y comentó que pertenecía hasta una pandilla en la Chacarita y esto no se soluciona con una simple sanción de tres días, hay que ver que hacen los padres con relación a sus hijos, con quienes se relacionan fuera de la institución”, expresó la directora.
A esto se suma la falta de psicólogos en el interior del país para analizar el comportamiento de los chicos. En el caso de Itacurubí solo cuentan con una profesional de esta área que trabaja a medio turno en la supervisión. No obstante se solicitará que acuda para una entrevista al principal sospechoso de la agresión. Al mismo tiempo garantizó que de ser convocada por la Codeni o el Ministerio Público, prestará su colaboración para el esclarecimiento del hecho.