¿Dónde están las reliquias?

En los albores del tercer milenio se hizo una prospección arqueológica previa a la construcción del nuevo Congreso Nacional. Entonces se rescataron varias reliquias históricas de los siglos XVI al XX, que hasta hoy no han sido exhibidas a la ciudadanía.

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Según relata la museóloga Alejandra Peña Gill, los valiosos materiales arqueológicos que fueron extraídos entre el 2000 y 2003, en el centro histórico de asunción, fueron entregados oficialmente a la Cámara de Diputados.

“Se rescataron desde cerámicas del siglo XVI y loza inglesa de principios del siglo XX; hasta material bélico de los siglos XIX y XX, objetos de caballería; de uso doméstico y religioso, cuentas de rosario, medallitas de la Virgen de Caacupé, entre otros”, afirma.

La experta contratada para la prospección arqueológica en ese entonces, la doctora Ruth Poujade, detalló en su informe lo siguiente: "Creemos apropiado dar a conocer que el rescate demostró que es de suma relevancia para el país la implementación de un corpus legal amplio que proteja su importante Patrimonio Cultural Prehistórico e Histórico y el desarrollo de Proyectos de Investigación Arqueológica que pongan en evidencia los bienes que cimentan sus tradiciones. Los materiales rescatados y la documentación producida en el marco del salvataje están atesorados en la Cámara de Diputados de Paraguay".

Entre los objetos hallados, la arqueóloga detalló tiestos de tradición tupí guaraní y payaguá que datarían de los siglos XVI y XVII e inicios del XVIII. Además se encontraron baldosas, mosaicos, ladrillos enteros y fragmentados. Estos se integraron al depósito de la Cámara de Diputados cuando se produjo la demolición de los edificios.

Vidrios, lozas y algunos de los artefactos de metal, como es el caso de los zunchos (abrazaderas) de tonel y de los huesos, provienen de basureros no identificados, cuyos componentes también se mezclaron con los escombros producto de la demolición.

También se encontraron casquillos de balas, bayonetas, cántaros de agua y otros objetos de uso militar y doméstico. “Por ejemplo, de la Asunción colonial rescatamos huesos, cubiertos de uso doméstico y cerámicas fragmentadas en una buena cantidad que estamos clasificando en el laboratorio con la ayuda invalorable de geólogos. historiadores, arquitectos y topógrafos”, explicó en ese entonces la arqueóloga.

La doctora Poujade mencionó, además, en una entrevista publicada en el 2001, que todos los trabajos y hallazgos fueron documentados fotográficamente y registrados en videos. “Todo lo que se ha colectado y clasificado quedará como patrimonio del Congreso”, había anunciado en ese entonces.

En la misma publicación, se mencionaba que se habían encontrado monedas de cobre de nuestro país, de la primera acuñación, que data de 1845, además de una medallita de la Virgen de Caacupé, que es más reciente. También se hallaron y clasificado cerámicas tupi-guaraní, y guaraní-europeas, que fueron las más abundantes y mejor conservadas

Estos trabajos de trabajos de arqueología previos a la construcción del nuevo Congreso Nacional también mostraron pozos y canales de desagüe de finales del siglo XIX. “Es muy importante que estos objetos se exhiban al público y que nos contemos nuestra propia historia”, expresó la historiadora Alejandra Peña Gill a través de su cuenta de Facebook.

La especialista comentó a ABC Color que todo surgió la semana pasada en medio de un conjunto de talleres internacionales del programa SIRCHAL (Seminarios internacionales sobre la revitalización de los centros históricos / Unesco) como iniciativa de la Secretaría Nacional de Cultura.

Comenta que participó como especialista invitada y que en reuniones internas y externas a la organización hablaron con sus colegas acerca de la preocupación porque no se estudia el suelo de Asunción."Tenemos una mirada de 1537 hacia el presente y no vemos qué pasó antes, lo que se llama prehistoria. El subsuelo tiene mucho contenido que revelar", explicó.

En el artículo N° 81 de la Constitución Nacional, que habla del Patrimonio cultural se detalla que se “arbitrarán los medios necesarios para la conservación, el rescate y la restauración de los objetos, documentos y espacios de valor histórico, arqueológico, paleontológico, artístico o científico, así como de sus respectivos entornos físicos, que hacen parte del patrimonio cultural de la Nación”. Además, se establece que el Estado debe definir y registrar aquellos que se encuentren en el país.

En la época en que se realizó la extracción también estaba vigente la Ley N° 946/82 “De proyección a los Bienes Culturales”, que en su artículo N° 4 establecía bajo su protección a los bienes culturales “pertenecientes a la época precolonial, colonial y al periodo de la independencia, y en particular, al de los gobiernos del Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia, Don Carlos Antonio López, el Mcal. Francisco Solano López”. Específicamente en el inciso b), el artículo hace mención a los “restos paleontológicos, arqueológicos, antropológicos, etnográficos e históricos”.

Dicha legislación delegaba la responsabilidad a la Dirección de Bienes Culturales, dependiente del Ministerio de Educación y Culto.

¿Dónde están hoy los objetos rescatados de esas excavaciones ocurridas hace casi dos décadas? La Secretaría Nacional de Cultura lo desconoce, porque fue creada en el año 2006, explica una fuente de la institución. 

Por su parte, Margarita Morselli, directora del Centro Cultural del Cabildo, afirmó que dicho acervo no se encuentra allí, pero que podría estar en el museo del Congreso, lugar identificado como la antigua escuela Jesuita, donde estudió San Roque González de Santa Cruz. “Estoy casi segura que están ahí, pero te tengo que confirmar”, acotó.

Sin embargo, uno de los encargados de dicho museo, Ramón Ayala, confirmó que el mismo era de arte sacro y corresponde al Ministerio de Defensa, a cuyo edificio se trasladó ahora el acervo. Ayala aclaró que nunca tales objetos fueron parte de ese museo.

“Yo recuerdo que una arqueóloga argentina encontró esos objetos y como nosotros carecemos de conciencia histórica, pienso que llevaron esa gente. Yo leí en los diarios porque me interesan mucho estos temas patrimoniales, pero nunca aparecieron por ahí y no es la primera vez que me preguntan también”, argumentó.

En síntesis, hasta el momento no hay rastros de dónde se encuentran las reliquias o al menos las principales instituciones que podrían tener conocimiento de su ubicación, la desconocen. 

Peña contó que los participantes del encuentro en el que salió la preocupación hablaron con el reconocido arquitecto chileno-francés, Leo Orellana, quien coordinaba el taller, para introducir esta preocupación ya que es un área floja en nuestro país. "Seguimos hablando del tema paralelamente, entonces decidimos buscar actividades arqueológicas de las cuales no se tiene noticia. Sería temprano afirmar que desaparecieron, pero podemos decir sencillamente que no fueron mostradas", indicó.

Asimismo, informó que establecieron una Mesa Ciudadana de Arqueología y tendrán un conversatorio abierto a todo público el día 14 de diciembre a las 18:00 en el Archivo Nacional. La idea es contactar a las personas que participaron de las excavaciones para tratar de obtener mayor información.

La excavación liderada por Poujade rescató esos retazos del pasado enterrados bajo capas y capas de tierra, para que luego se edificara en el sitio donde se hallaban un edificio de dudoso gusto y más dudosa transparencia aún. Ahora es necesario un segundo rescate. ¿Dónde están? 

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