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El primero en hablar este jueves sobre la prisión preventiva del diputado de Colorado Añetete Ulises Quintana fue Silvio “Beto” Ovelar, quien consideró que la Fiscalía “ha actuado de manera arbitraria”. A su criterio, no corresponde que el diputado abdista siga demorado en la prisión militar de Viñas Cue, siendo parlamentario.
No quiso responder si ejerce presión sobre la Fiscalía con estas declaraciones. “(Quintana) no es un perseguido político, pero creo que se obró incorrectamente con él”. Aseguró que el presidente Mario Abdo Benítez no se inmiscuiría en decisiones de la Fiscalía o del Poder Judicial.
Por su parte, el vicepresidente de la República, Hugo Velázquez, dijo que, de acuerdo a los elementos con que cuenta el Ministerio Público y su conocimiento como fiscal, “hay muchas imputaciones que se dan por delitos que no están fundamentados”, haciendo referencia al caso Ulises Quintana.
Coincidió con Ovelar al asegurar que el diputado detenido no es un perseguido político; sin embargo, reiteró que necesita ver más pruebas para estar de acuerdo con la imputación a Quintana.
El diputado Ulises Quintana está imputado por tráfico de drogas en carácter de cómplice, tráfico de influencias, asociación criminal, enriquecimiento ilícito y lavado de dinero. Esto en el marco de la investigación al presunto narco Reinaldo Cabaña, alias Cucho.
Los diputados del sector de Añetete Jazmín Narváez y Colin Soroka, en compañía de otros adeptos al equipo político, ayer acompañaron a Quintana en Palacio de Justicia, donde se resolvió que siga con prisión preventiva.
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