En setiembre pasado, el fiscal de Medio Ambiente de Caazapá, Erico Ávalos, ya intervino el lugar y había ordenado la suspensión de los trabajos; sin embargo, los propietarios siguen desviando el cauce.
Ahora se verificó en la instalación de la línea de media tensión de energía eléctrica obras para la colocación de electrobomba para la captación de agua del arroyo Capiibary.
Los fiscalizadores Julio Marecos y Raúl Alonso, de la Seam, se constituyeron en el lugar a pedido de los pobladores y constataron el delito ambiental.
Pudieron observar una alteración ilegal del cauce hídrico y la preparación del lugar para la instalación de una bomba para captar agua del arroyo y enviarla a un canal principal de riego para el arrozal.
Según los datos, se está preparando más de 3.000 hectáreas de cultivos de arroz.
La propiedad donde se está llevando a cabo el proyecto económico es de Hugo Codas Thompson, pero el lugar para el arrozal está alquilado a Pedro Babak, de Fram, Itapúa, quien aseguró que no tiene licencia ambiental y que recién está gestionando el documento en la Seam.
Los pobladores, por su parte, señalaron que el arroyo Capiibary es vital para la sobrevivencia en el lugar y con el trabajo que se está realizando se pone en peligro la disponibilidad de agua para los animales vacunos.
Muchas personas humildes recurren al arroyo para pescar, y si no hay agua, ya no se tendrá peces.