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El encuentro, que tuvo lugar en el templo parroquial y que contó con muy cantidad de feligreses, fue muy emotivo pues los organizadores prepararon dedicatorias a la religiosa.
Además fueron preparados números artísticos con la participación de la escuela de música de Pirayú, bajo la dirección del maestro de nacionalidad coreana Pedro Vack; la academia de danza Kuarahy Mimby de la profesora Ana López y su hijo Santiago Daniel; representantes del colegio parroquial Juan Pablo II, entre otros.
Una de las organizadoras del encuentro, Gregoria Delgadillo de Alcaraz, con voz entrecortada de la emoción, expresó la eterna gratitud de la comunidad a la hermana María, indicándole que se lleva un pedazo del corazón de cada pirayuense.
Previo al acto, fue oficiada una misa de acción de gracias, presidida por el padre Juan Alejo Robadín quien, en nombre de la feligresía católica, agradeció al aporte realizado por la religiosa y pidió a la misma seguir rezando por la comunidad.
María Guillén llegó al Paraguay el 10 de octubre de 1982, siendo la primera en pisar tierra pirayuense, pues luego llegaron más religiosas.
Se desempeñó como religiosa y enfermera en el dispensario parroquial, sirviendo a la comunidad, hecho que motivó la organización del evento.