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Vecinos preocupados por los casos de dengue en la zona denunciaron el hecho en ABC Cardinal. Tras hacerse pública la situación, en la institución pública prometieron que entre este martes y miércoles, 2.000 cubiertas serán llevadas a una trituradora del departamento Central para su destrucción.
El responsable del Servicio Nacional de Erradicación del Paludismo (Senepa) en esta región, Pedro Mereles, dijo que el depósito es alquilado por la entidad desde hace seis años, con el objetivo de guardar allí las cubiertas recolectadas durante la limpieza de otros sectores. Además, particulares llevaban hasta ese lugar las ruedas de las que necesitaban deshacerse.
“Desde hace dos años, cuando asumí esta jefatura, yo manifesté mi preocupación por las cubiertas que habían en ese depósito, pero mis superiores no me dieron respuesta”, clamó Mereles, quien contó que hace seis meses, debido a la presión de las ruedas, que se acumulan hasta el techo, la estructura del lugar cedió y una pared lateral cedió por completo, saliéndose las cubiertas a la superficie y quedando a la intemperie.
El funcinario reconoció que debido a las lluvias y demás, las cubiertas acumulan agua, pero que funcionarios de la institución fumigan cada ocho a quince días a fin de evitar que allí se críen mosquitos. “El veneno que usamos tiene una duración de 90 días, pero igual nosotros fumigamos cada quince días”, insistió.
Tras la denuncia que vecinos realizaron en radio ABC Cardinal este lunes, horas después Mereles consiguió un pequeño camión para transportar algunas cubiertas a una casa particular. Además informó que sus superiores consiguieron una trituradora donde se destruirán 2.000 ruedas, a ser llevadas entre este martes y este miércoles en camiones cedidos por la Gobernación.
“Ahora se llegó a un acuerdo con una trituradora y se van a destruir 2.000 cubiertas. Lo ideal es que se destruyan las 5.000, pero por ahora me informaron que son 2.000 las que podemos enviar para su destrucción”, dijo Pedro Mereles.
Ciudad del Este es uno de los municipios más afectados por la actual epidemia de dengue. Los hospitales públicos y privados no dejaron de recibir pacientes febriles desde octubre del año pasado, y entre enero y febrero, funcionarios de instituciones públicas realizaron mingas para destruir criaderos de mosquitos aedes aegypti insistiendo justamente en la necesidad de eliminar las cubiertas usadas o, al menos, no dejarlas a la intemperie.