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Representantes de egresados de la promoción 2015 de la carrera de Derecho de la UCA denunciaron que desde hace meses reciben solo promesas por parte de funcionarios y autoridades de la casa de estudios con respecto a la entrega de sus títulos.
Los alumnos, recibidos ya en noviembre del año pasado, señalaron a ABC Color que una vez que cumplieron con todos los requisitos académicos iniciaron los trámites necesarios para obtener sus títulos. Desde la UCA les anunciaron que se habilitarían tres fechas a fin de que se acercaran a inscribir para el inicio de los papeleos ante el Ministerio de Educación y Cultura. Quienes se anotaran en el primer grupo deberían haber recibido sus títulos ya en febrero, algo que no ocurrió.
Ante la falta de respuestas concretas sobre lo que estaba ocurriendo, los jóvenes decidieron presentar el pasado 25 de abril una nota al rector de la Universidad Católica en que le planteaban sus inquietudes y solicitaban una reunión con él, lo que no se concretó. El encargado de conversar con los estudiantes fue Diego Doldán, secretario general de la casa de estudios, quien citó a sus representantes y les explicó que los retrasos se debían a que hasta este año cada universidad presentaba con un formato propio los documentos para la tramitación de los títulos, pero recientemente la secretaría estatal había decidido unificar la cuestión, por lo que existían varios problemas.
Doldán les aseguró que se encargaría de realizar las mediaciones necesarias para que entre los diferentes departamentos de la Universidad Católica que debían comunicarse para la entrega de los documentos necesarios se aceleraran los pasos. Más de un mes después de la presentación de las notas, denunciaron los jóvenes, aún no obtuvieron respuestas favorables y la responsabilidad va pasando de mano en mano, mientras que Doldán ya no responde a sus llamadas.
Cansados de esta situación, los estudiantes decidieron presentar una denuncia formal ante el Consejo Nacional de Educación Superior (Cones) y analizan la posibilidad de entablar un amparo constitucional contra la Universidad Católica. Debido a la burocracia y a la falta de interés, señalaron, varios han perdido becas para posgrados en el exterior, ascensos, bonificaciones y hasta oportunidades laborales.