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SAN LORENZO. Los pequeños son hijos de Carolina Méndez y Balbino Fernández nacieron con bajo peso y prematuros, a las 32 semanas de gestación, pero ahora se encuentran sanos y son traviesos como los de su edad. Abuelos y demás parientes, así como algunos amigos y compañeros de trabajo de Balbino, quienes siempre les ayudan, compartieron el cumpleaños realizado ayer en un local de comidas rápidas de un shopping de esta ciudad.
Joaquín se destaca por ser el más apegado a la madre, por ser el más noble, mimoso; y Julieta, la única niña, es la más tranquila. En tanto, a Julián, quien es el que permaneció más tiempo en la incubadora, pues nació con menos peso que todos (1.200 gramos), le gusta escaparse para hacer travesuras y es el que menos caso quiere hacer a los padres, mientras que José que, rechazaba todo alimento, incluso la leche materna, ahora tiene buen apetito como los demás hermanitos.
Los cuatro duermen juntos, y en la cama de los padres. A pesar de las peleas propias de hermanos por juguetes que uno tiene, ninguno puede estar mucho tiempo sin el otro, y cuando se van a dar su baño diario, cada uno espera su turno.
Siempre será bien recibida cualquier ayuda que los lectores puedan realizar a los niños y a su familia, atendiendo que los gastos diarios son inmensos. Este año ellos irán al prejardín, comentó su madre.
Carolina Méndez y Balbino Fernández, tras un noviazgo de 15 años, contrajeron nupcias en mayo de 2014. Ya que el ansiado bebé no llegaba, consultaron en el Hospital de Clínicas, donde el profesor doctor Pedro Pablo Guanes les diagnosticó problemas de infertilidad. Tras un intenso tratamiento, este resultó exitoso; no esperaban esa cantidad de hijos, que les sorprendió, pero a la vez tomaron como una gran bendición. Actualmente, viven en el barrio San Luis de esta ciudad.