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Durante el juicio oral y público desarrollado este lunes, tanto la Fiscalía como la defensa técnica ofrecieron las argumentaciones finales sobre el caso de asesinato de la joven universitaria Teresa Lichi, quien fue ultimada en el año 2012. El único acusado por el crimen, el abogado Guillermo Saúl Duarte, escuchó hoy los alegatos finales de los representantes de los agentes fiscales de Villarrica, María Agustina Unger y Noelia Soto, y como coadyuvante el fiscal Federico Delfino, de la Unidad Especializada de Antisecuestro.
En esta instancia se ofrecieron diversos elementos científicos y testificales que, para la acusación, tienen la identidad necesaria como para ser valorados por los magistrados al momento de dictar un fallo condenatorio.
Propusieron para el acusado una pena de 30 años de cárcel. Por su parte, la querella hizo exigió la misma cantidad de tiempo de veredicto privativo de libertad, más 10 años como medida de seguridad.
Los fundamentos del Ministerio Público se sostienen en distintas pruebas y experiencias científicas presentadas durante la audiencia pública por los doctores Pablo Lemir y Juan Carlos Zárate, así como también por el antropólogo forense Eduardo Cañete.
Luego de estudios, todos los profesionales concluyeron en que el cráneo encontrado en la localidad de Ñumí, tiempo después de reportada desaparecida, correspondía a la joven Teresa Lichi.
Esa tesitura sostenida por los fiscales acusadores, además, se fundamenta en otros elementos probatorios, como los estudios odontológicos al cráneo, realizados por las profesionales Liliana Bogarían y Celia Mármol; e incluso por parte de la odontóloga Leticia Estipanovich, quien fue presentada por la defensa técnica. Las profesionales coincidieron y demostraron que los registros dentarios son los de la víctima del homicidio.
“El cráneo le pertenece a Teresa Lichi, esto se asegura por los estudios científicos realizados como también mediante informes o fichas dentarias emanadas de la Universidad Católica”, explicó la fiscala María Unger.
Por otro lado, constaron como elementos clave las declaraciones testificales expuestas en los relatos de testigos, así como en los informes proporcionados por la unidad de Investigación de Delitos de la Policía Nacional.