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En contacto con radio ABC Cardinal, Juan Carlos Muñoz, titular del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay (CAFyM), señaló que -contrariamente a lo que algunos piensan- la crecida del río Paraguay afecta principalmente a la navegación y, consecuentemente, a las actividades del gremio.
Según explicó, el aumento del nivel de los cauces no supone cambio alguno en el canal de navegación, que es la ruta que deben seguir las embarcaciones. “El canal sigue estando en el mismo lugar; no podemos arriesgarnos a navegar en zonas desconocidas”, manifestó. Indicó que los buques tienen más inconvenientes a la hora de atracar, debido a que los puertos y amarraderos están bajo agua.
“Al no haber sitios de amarre, a veces recurrimos a sitios de amarre muy precarios, como árboles en costa; no hay sitios de amarre preparados para este tipo de altura del río”, refirió. Comentó de esta manera que las embarcaciones se ven obligadas a “una doble operativa en cuando a remolcadores” a la hora de acercarse a la costa. “Este es un fenómeno que preocupa; nosotros ya habíamos anticipado que este sería un Niño severo, con recurrencia de lluvias intensas y un aumento de los niveles en toda la cuenta media”, sostuvo.
Bajo estas condiciones, varias actividades económicas se ven golpeadas debido a la paralización de las labores de los astilleros, según señaló. “Buena parte de todos los amarraderos y muelles están bajo agua y las actividades de los astilleros están mermando a raíz de este fenómeno que afecta a todos”, reafirmó. Insistió en que “aunque mucha gente piensa que con mucha agua estamos contentos, es totalmente lo contrario porque los amarraderos han desaparecido”.
En la fecha, el río Paraguay amaneció con 7,84 metros en Asunción, donde se espera que el nivel inclusive trepe a los 8 metros. La Dirección de Meteorología anunció que en los próximos días el río se estacionará y posteriormente descenderá nuevamente.