Caos vehicular cuesta US$ 1.800.000 al año

Un joven ingeniero realizó un estudio sobre las pérdidas que genera en costos económicos y de oportunidad el embotellamiento del tránsito vehicular. Concluyó que un trayecto de 10 kilómetros cuesta a la población unos US$ 1.800.000 anuales.

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En sólo un año, en un ramal de 10 kilómetros, desde Capiatá hasta la Universidad Nacional de Asunción (San Lorenzo), la población perdería un estimativo de US$ 1.800.000, según un estudio de valoración de pérdidas que se generan en términos de dinero, tiempo y ambientales a consecuencia del embotellamiento en el tránsito vehicular, realizado por el ingeniero Jorge Vera. El cálculo -hecho un año atrás- se hizo en base al registro de la diferencia del combustible. “por cada viaje tenía una diferencia de prácticamente medio litro de combustible, haciendo un cálculo con regla de tres fui dándome cuenta que lo que gasto trasladándome a la población que está en ese trayecto asciende a alrededor de 1.800.000 dólares al año”, señaló.

Aclaró que este cálculo es sólo en base a ese ramal, lo que significa que si se realizara un estudio más general, el valor se dispararía. “Es una serie de variables muy grande yo solo tomé a los vehículos diesel. Si tomaba la población de vehículos nafteros, motos, ese monto quedaría corto”, explicó.

Y no solo se trata del costo económico, explicó el joven. Se trata además de lo que dio en llamar el “costo de oportunidad”; lo que vendría a ser el tiempo que se pierde en el tránsito pudiendo estar haciendo en ese mismo momento otras actividades, aunque más no sea descansar. Por otro lado, habló del costo ambiental que se genera a partir de que de ese excedente de combustible, de medio litro.  “Hay una constante que me dice que por cada litro de combustible tenemos X cantidad de monóxido de carbono. Estamos emitiendo un excedente más al ambiente en términos del CO2”, indicó.

Sobre las posibles soluciones a esta problemática social, señaló que aparte de un mejor transporte público de pasajeros, lo ideal sería mejorar el sistema vial, aunque esto nuevamente podría resultar contraproducente, ya que a la par se estaría aumentando la población de vehículos, lo que directamente influye en el volumen de circulación.

“En Paraguay, el problema no es movilizar a la gente, sino movilizar la cantidad de vehículos”, sostuvo en diálogo con ABC Cardinal.

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