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Ayer en horas de la noche, los senadores Blas Lanzoni y Dionisio Amarilla se reunieron en el complejo habitacional donde reside Zulma Gómez. Varios minutos después, salió del lugar el director de Control de Organismos Departamentales y Municipales de la Contraloría, Carlos Krüssell Llano.
Krüssell dijo que solo estuvo ahí por cuestiones particulares. En todo momento se lo notó nervioso y dijo que fue "fortuita" su presencia en el sitio.
Además, otro funcionario de la Contraloría, quien no se identificó, salió del edificio y llevaba en su poder varios documentos referentes a intervenciones municipales, según relatan los periodistas que acudieron ante el anuncio de una “reunión secreta” entre llanistas y el contralor Enrique García.
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El siguiente en salir fue Lanzoni, quien confirmó la reunión entre él, Zulma Gómez y Dionisio Amarilla, pero negó que haya participado el contralor. El encuentro se realizó en el edificio Curupayty I (25 de Mayo esquina Curupayty, Asunción) y una fotografía captada por un testigo confirma la presencia de García, pese a que no es muy nítida.
Por su parte, el senador Blas Llano consideró esta mañana que para él no hay nada malo en reunirse en privado con un enjuiciado al que tendrán que sentenciar. El parlamentario añadió que de su parte “no pactó nada”.
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García está siendo sometido a un juicio político e imputado por mal desempeño en sus funciones, por lo cual se habla de un posible pacto de impunidad que implicaría un canje, teniendo en cuenta que el funcionario de la Contraloría que salió del edificio llevaba consigo documentos sobre pedidos de intervención a Municipalidades.
Tras finalizar el encuentro, García habría huido ocultándose en la parte trasera de la camioneta de Lanzoni. El móvil salió raudamente cerca de las 20:00 del edificio y los comunicadores que se encontraban allí no pudieron detenerlo.