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En el 2050, el 25 por ciento de la población de América Latina y el Caribe tendrá más de 60 años, comparado con la décima parte que constituyen en la actualidad, detalla el informe titulado “Envejecimiento en el Siglo XXI: una Celebración y un Desafío”, que analiza la situación actual de las personas de edad.
El crecimiento demográfico del sector se traduce en grandes desafíos para los gobiernos, que deben implementar políticas públicas para resguardar los derechos de las personas mayores.
La mayoría de los Estados en la región todavía no han diseñado políticas y prácticas para apoyar la actual población mayor de 60 años, por lo que deberán tomar cambios drásticos para proteger al grupo de mayor crecimiento en comparación con otros grupos de edades.
“Es necesario intensificar las acciones a fin de alcanzar ese objetivo para las personas de todo el mundo; los nuevos objetivos relativos a la pobreza no deben excluir a las personas mayores”, dijo este lunes el Director Ejecutivo del UNFPA, Babatunde Osotimehin, durante el lanzamiento del informe en Tokio, Japón.
Por otro lado, el informe destaca que muchas personas mayores en el mundo continúan enfrentando la discriminación, el abuso y la violencia, por lo que exhorta a los gobiernos, a la sociedad civil y al público en general a eliminar los comportamientos destructivos.
Las mujeres son las más vulnerables en este aspecto, y también la mayoría en el grupo de personas mayores. Además, las cifras de desempleo se agudizan pasando la edad de los 60, en especial para las mujeres, afectando su capacidad de obtener un ingreso básico mínimo.
Las mujeres mayores de edad se enfrentan a malos tratos, a la denegación de su derecho a la propiedad y a la herencia de bienes, y a la carencia de medidas de seguridad social.
“Planes de acción nacionales y globales son necesarios para crear un camino que transforme el explosivo número de personas sobre los 60 años para convertirse en impulsores de crecimiento y creadores de valor”, sostuvo el Director Ejecutivo de HelpAge International, Richard Blewitt.
Una buena atención de la salud, un ingreso regular, además de redes sociales y de protección jurídica, impulsa una insospechada productividad de las personas mayores de 60 años. El informe resalta la necesidad de adoptar medidas desde ahora, para que la población entera se beneficie del bono de longevidad.