El ganadero afectado por el faenamiento de su animal, un toro valuado en G. 12 millones aproximadamente, de nombre René Gallagher, dijo que lastimosamente pareciera que quienes se dedican al robo de animales vacunos cuentan con la protección de las autoridades. Solo así se puede entender por qué cada día más este negocio va en aumento.
El afectado fue víctima del robo y posterior faenamiento de su animal dentro mismo de su propiedad, a escasos 200 metros de su vivienda. Los abigeos procedieron a sacrificar al toro, para posteriormente llevarse toda la carne y ocultar el cuero en una bolsa, la cual dejaron entre los matorrales del campo.
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Para evitar la presencia de animales carroñeros, como los buitres, que pudieran dar alerta sobre el faenamiento, los malhechores procedieron primeramente a introducir el cuero en bolsas de hule, evitando de esta forma que despida olor alguno. Esto se pudo evidenciar luego de que los uniformados policiales, en compañía del afectado, descubrieran los restos dejados por los abigeos.

El descubrimiento de estas evidencias se produjo este miércoles, cuando se buscaba con mucha insistencia al animal desaparecido, por lo que se presume que el sacrificio del toro se habría producido en la noche del martes, según lo mencionado por el ganadero afectado.
Carnicerías clandestinas
Dentro de la comunidad existen numerosas carnicerías clandestinas que ofertan carne vacuna ante la vista de las propias autoridades. Inclusive, algunas de ellas pagan el impuesto municipal por el faenamiento, sin que se sepa dónde fue sacrificado el animal, ya que no existe un matadero en la comuna.
Gallagher dijo que, una vez descubierto que su vacuno fue faenado, se encargó de recorrer la población y pudo evidenciar, por las propagandas, que solo en dos lugares de estas carnicerías clandestinas se estaba ofertando carne vacuna. Por ello, solicitó al fiscal que se allane por lo menos una de estas carnicerías, perteneciente a una persona con varios antecedentes por hechos de abigeato.
“Sucede que en una captura de pantalla del estado de WhatsApp, donde se ofertaba la carne, pudimos comprobar que se trataba de carne perteneciente a un toro, fácilmente diferenciable de cualquier otra carne vacuna, al menos para los conocedores”, dijo el afectado. “Todo esto le exhibimos al fiscal Gabriel Rolón, encargado de la investigación; sin embargo, este no se animó a solicitar la orden de allanamiento”, refirió.
El productor dijo sentirse desprotegido por las autoridades. “Antes que nada, me siento impotente, pues se nota una total impunidad para estos casos, donde los abigeos gozan de protección. Solo así se puede entender por qué prospera este tipo de negocios clandestinos. En estas condiciones, no me resta más que vender todos mis animales”, dijo finalmente el ganadero.
<b>Versión fiscal</b>
El fiscal de la causa desmintió al ganadero sobre la supuesta inacción en este caso específico. “Sucede que las pruebas que teníamos no eran contundentes para solicitar ningún allanamiento, como pedía el productor. Tampoco los antecedentes que tenga una persona ameritan tal determinación”, expresó.

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Aún así, el Ministerio Público se constituyó en dos carnicerías donde se ofertaba carne vacuna, y sus propietarios nos permitieron tomar un pedazo de dicha carne, que estaremos enviando a la Dirección Policial Anti Abigeato, para que se realice una muestra de ADN a fin de corroborar o desechar que la carne ofertada en estos lugares pertenezca al animal denunciado como robado y faenado.
Además, estaremos llamando a declaración indagatoria a todas las personas involucradas en este caso, a la espera de las pruebas de ADN, por lo que la investigación apenas se inicia y no se puede hablar de ninguna inacción, dijo finalmente.