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La unidad de bomberos voluntarios de Bahía Negra, llamada “Brigada Yaguareté, apenas cuenta con una camioneta sin ningún tipo de equipamiento especial. Los trabajadores tienen apenas 4 mochilas de agua, 2 motobombas y 2 pequeños tanques, que por lo general sirven para acarrear el agua a bordo del citado vehículo.
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Su capitán, Rafael Galeano, dijo que en compañía de otro voluntario fueron los primeros en llegar a la zona de Chovoreca, distante unos 100 kilómetros del casco urbano de Bahía Negra. El fuego se inició el lunes 2 de setiembre.
“Apenas pudimos conseguir para nuestro combustible, fuimos al lugar y llegamos al lugar el día jueves, lastimosamente los demás integrantes no pudieron llegar ese mismo día, pero luego se sumaron varios de ellos”, relató.
“Desde el día cinco y en compañía de cinco colegas del Cuerpo de Bomberos de Filadelfia, procedimos a verificar la zona y realizar un monitoreo de la situación, a la espera de la llegada de más voluntarios, para así tener ya una idea clara de dónde atacar al fuego”, detalló.
El grupo mayoritario de bomberos y militares llegó al sitio recién el lunes 9, para entonces el incendio ya era de grandes proporciones y estaba totalmente descontrolado.
La fuerza del viento hizo que el fuego se extienda con mucha rapidez, destruyendo todo lo que encontraba a su paso. “Poseía una extensión de más de 33 kilómetros, lo que hacía imposible tratar de contenerlo”, dijo el voluntario.
Aseguró que podía observar cómo un breve lapso de tiempo de 2 a 3 horas era suficiente, para que se destruyan grandes áreas boscosas.
Grave daño ecológico en el territorio chaqueño
“Viendo el tremendo daño que se comente contra la naturaleza, es de suma importancia que todos tomemos conciencia de no realizar ningún tipo de fuego, sobre todo en esta época de sequía, donde todos los materiales son inflamables, y pueden arder en cuestión de segundos”, expresó Galeano.
La labor realizada por el personal de salud en la zona, asistiendo a los numerosos voluntarios, tanto bomberos como militares, es también digno de destacar. Al respecto, la brigada Yaguareté cuenta con una profesional de blanco en el grupo, quien acudió de forma inmediata a prestar auxilio a los combatientes.
Reacción tardía
Según pobladores de la zona, la reacción de las autoridades para sofocar este incendio —que ya destruyó más de 170.000 hectáreas de campos y bosques— inició de manera tardía. El primer contingente grande de bomberos y militares llegó al lugar del desastre una semana después de haberse iniciado el fuego, por lo que se dejó crecer a la bestia roja.
Personas que prefirieron el anonimato mencionaron que se pudo notar mucha descoordinación entre los grupos de voluntarios tal vez por ese deseo enorme de realizar de buena manera la tarea de combatir al fuego, al punto que no se utilizó la experiencia de los baqueanos del lugar, conocedores de la zona.
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No obstante, se debe destacar es la enorme voluntad de sacrificio de numerosos bomberos y militares, quienes una vez más arriesgaron su propia vida para tratar de sofocar el incendio, y así evitar un daño mayor a nuestra casa común.
Se espera que a partir de esta triste realidad de falta de equipamientos, de los bomberos de Bahía Negra, las autoridades o alguna organización sin fines de lucro, pueda encargarse de conseguir los elementos necesarios para combatir los incendios forestales.
Por ejemplo, se requiere con urgencia más camionetas para el ataque al fuego, con tanques hidrantes propios.
