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El distrito de Mariscal Estigarribia se declaró situación de emergencia distrital por sequía dada la complicada situación de falta de agua y de lluvias en la zona, una de las más extensas del Departamento de Boquerón. Pese a que la declaración no implica implícitamente la liberación de recursos para asistencia, esperan poder gestionar asistencia a las zonas más necesitadas.
“Hace poco se entregaron víveres pero eso no abastece (...) necesitamos apoyo constante porque esto comienza recién”, dijo el concejal municipal Celso Giménez (PPC), quien añadió que la declaración de emergencia por sequía es amplio y se refiere a la parte de agua, salud, alimentos y caminos ya que los mismos quedan muy afectados y se rompen generando inmensos talcales.
“La Declaración de Emergencia Distrital es por la situación alimentaria, sanitaria, hídrica y del estado de los caminos. Es de conocimiento público que la sequía que ha afectado a nuestra región en los últimos meses ha tenido un impacto devastador en la producción de alimentos, el acceso a recursos hídricos y ha empeorado la situación de los caminos en nuestra comunidad”, reza parte del documento.
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Esta situación ha llevado a una disminución significativa de la disponibilidad de alimentos básicos y a un aumento de las dificultades en cuanto al acceso al agua potable, poniendo en grave riesgo la salud y el bienestar de los habitantes.
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Además proponen un plan de acción de emergencia, en el que se priorizarán la provisión de agua, provisión de alimentos, tanques de agua y demás servicios necesarios.
“La declaración serviría de herramienta para gestionar recursos como agua y alimentos ante organismos nacionales”, agregó Giménez, quien mencionó que recientemente solicitaron asistencia a el senador Orlando Penner (ANR) y al presidente del Instituto Paraguayo del Indígena (INDI) Juan Ramón Benegas.
Zonas urbanas también se resienten
El acceso al agua en época de sequía es un serio inconveniente para todos los habitantes del distrito, pese a que en la zona de Mariscal Estigarribia poseen la posibilidad de perforar pozos, una labor encarada en los últimos meses por el municipio.
Igualmente dentro del casco urbano, eventualmente utilizan como reservorio los tanques del proyecto acueducto, para su posterior distribución a la población y la mayoría de la ciudadanía está en la situación de comprar agua.
Por otra parte, las innúmeras familias indígenas siguen administrando la poca agua a la que acceden, mediante tajamares o mismo el río Pilcomayo que esta con el caudal bajo además de otras fuentes de agua que dada la época podrían secarse.