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La mencionada pasarela se encuentra a unos 10 kilómetros antes de llegar a la comunidad, en el principal y único camino que une a esta localidad con el resto del país. El puente de hormigón armado, a medida que pasa el tiempo, se está destruyendo. Se puede notar cómo quedan al descubierto las varillas de hierro, inclusive presentan pequeños huecos.
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Esta situación se da desde hace bastante tiempo, sin que ninguna autoridad de la zona, ya sea municipal o departamental, se encargue de su reparación. Con el paso de los vehículos, sobre todo aquellos de gran porte, la pasarela se está destruyendo aún más.
Los huecos o agujeros que ya se notan podrían fácilmente atrapar la rueda de algún vehículo, y producirían lamentables accidentes, que podrían ser evitados si las autoridades proceden a su reparación.
Este puente es de vital importancia para esta población, ya que de ceder podría dejar aislada a toda la comunidad. Este es el momento oportuno para que se inicien los trabajos de reparación, inclusive de parte del mismo Ministerio de Obras Públicas.
A lo largo de este camino, también se encuentran otros puentes de madera en pésimas condiciones, que necesitan ser reparados, antes de que llegue la temporada de grandes lluvias.
Camino vecinal
Otro puente en pésimo estado es el que se encuentra en el camino que une Fuerte Olimpo con la localidad de Puerto Guaraní. Esta pasarela de madera ubicada en el riacho Mbiruzu tiene los tablones rotos, y usarla es bastante riesgoso, las personas colocaron algunas palmas o karanda’y, pero aun así es peligrosa.
Personal de una empresa contratista al servicio de la ANDE colocaron estas palmas, para hacer cruzar el camión y llegar hasta la población de Guaraní, donde debían realizar un trabajo de mantenimiento del tendido eléctrico.
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Las palmas también se rompieron y no están sujetadas a las vigas del puente. Intentar pasar con un vehículo por el lugar es un verdadero peligro, pues podría ceder caer al vacío.
El gobernador Arturo Méndez menciono que aún no cuenta con registro de firma del banco, por lo que se hace difícil poder costear las reparaciones, mientras que la Asociación de Caminos, encargada del cobro de peajes en la zona, tampoco hace nada para una eventual reparación.