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El río creció de forma rápida y sorprendente, lo que hizo que “las aguas nos agarren de sorpresa, y en solo una noche destruir gran parte de nuestros cultivos”, nos decía entre llantos la señora Selva Amarilla, una sacrificada mujer, que con esta actividad se encarga de mantener a sus hijos.
La crecida destruyó varias hectáreas de plantaciones de mandioca, batata, zapallo, melón, sandía entre otros productos, afirmó la trabajadora. “Es doloroso ver como en pocos minutos se está yendo días enteros de sacrificio”, refirió.
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“Tengo 4 hijos pequeños que asisten a la escuela y con la venta diaria de estos productos puedo costear los gastos, ya que no tenemos otra entrada económica dentro de la familia. Ahora nos quedamos sin nada, y lo peor del caso, es que ninguna autoridad, hasta la fecha, nos asiste”, se quejó.
Comentó que cada día bien temprano, a bordo de una motocicleta, inicia la tarea de recorrer el pueblo para ofertar los productos, “por lo general obtengo una ganancia de G. 200.000 de forma diaria, para así poder costear los gastos del hogar atendiendo que mi compañero es una persona de la tercera edad, pero aun así el también trabaja duro en la chacra”.
La situación es preocupante porque “el río se encargó de llevar nuestro sustento diario, a lo que se le suma que en la escuela donde acuden a estudiar mis hijos, hasta la fecha, no se recibe el almuerzo ni la merienda escolar, alimentos estos que en gran medida nos ayuda”.
Comentó que en este momento dependen exclusivamente de algún tipo de asistencia, sin embargo nadie se interesa de la población. “No recibimos hasta ahora la visita de las autoridades, ya sea de la Municipalidad o de la Gobernación, para que puedan interiorizarse de esta problemática que afecta a unas 10 familias”, dijo la mujer, quien solicita la provisión de alimentos de manera urgente.
Ejemplo de trabajador
Don Rufino Bareiro es un sacrificado agricultor que a sus 83 años es un verdadero ejemplo de que con un trabajo digno también se puede sobrevivir honradamente. El octogenario es uno de los afectados por la crecida del río.
Bareiro trabaja en su chacra; se dedica al cultivo de mandioca, batata y zapallo, que luego su compañera los comercializa para llevar el sustento a la casa.
El hombre, a bordo de su pequeña canoa, cruza bien temprano desde la población hasta su lugar de cultivo que se ubica en un banco o pequeña isla, a escasos metros de la comunidad. Allí pasa todo el día, realizando la tarea de cultivo, bajo el ardiente sol chaqueño como si se tratase de un joven trabajador, puesto que a pesar de su avanzada edad realiza cualquier tipo de trabajo.
Apenado nos comentaba la forma rápida de como creció el río, y en pocas horas de la noche, las aguas se encargaron de ocupar una gran porción de sus cultivos. “Apenas pudimos salvar unas pocas ramas para semilla, el resto lamentablemente perdimos, por lo que sería importante que las autoridades nos ayuden”, menciono Don Rufino.
Emergencia distrital
La Municipalidad de Fuerte Olimpo decidió declarar emergencia distrital, por las continuas lluvias y la preocupante crecida del río, que afecta a todo el distrito. Se alega que este comportamiento climático afecta a las familias de la zona, debido a la falta de trabajo y las malas condiciones de los caminos.
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Precisamente, las precarias situaciones de los caminos, hacen que en varias comunidades del interior del distrito, esté faltando alimentos, debido a la dificultad que tienen los camiones transportadores de mercaderías para llegar a los poblados.
En este sentido, el intendente Moisés Recalde, se llegó hasta la capital del país en busca de asistencia de parte de la Secretaria de Emergencia Nacional, como ser kit de alimentos para las familias del distrito.
Con esta declaración de emergencia ya son tres los municipios del Alto Paraguay que se declararon en esta situación: Fuerte Olimpo, Carmelo Peralta y Puerto Casado; en tanto que la Gobernación decidió declarar emergencia departamental, siempre a consecuencia de las copiosas lluvias, la crecida del río Paraguay, sumado a las precarias condiciones de los caminos.