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En varias viviendas de estas comunidades, podemos observar huertas trabajadas por las mujeres, en dichos espacios producen una gran variedad de verduras, que luego se encargan de comercializar dentro de la población.
Varias de estas familias también se dedican a la apicultura, y nuevamente son las mujeres quienes salen a vender la excelente miel de abeja, que se produce en el gran pantanal. En medio de estas actividades estas laboriosas mujeres, también se hacen de tiempo para confeccionar sus productos artesanales de karanda’y, entre las que sobresalen las pantallas, canastas, cestos y variados objetos de decoración para el hogar.
Mujeres Ishir inauguran casa de artesanía en Fuerte Olimpo
Con las ganancias, las mujeres, que son madres y esposas, ayudan a sus parejas a solventar los gastos diarios de la familia. Los hombres por lo general se dedican a la pesca, otros se emplean como albañiles, o como peones de las estancias.
Precisamente este trabajo conjunto de los hombres y mujeres, hace que en las poblaciones de los Ishir, no exista mendicidad, como suele darse con otras etnias indígenas, y por el contrario les dignifica como seres humanos y les ayuda a buscar mejorar su calidad de vida.
Apuestan a la educación
Esta situación posibilito que varios jóvenes Ishir apuesten a la educación, y hoy son flamantes médicos, licenciados en enfermería, docentes o abogados.
Solo en Fuerte Olimpo, viven más de 1.000 pobladores Ishir, en las comunidades Virgen Santísima y Abundancia, sin embargo, la población total de esta etnia en el departamento Alto Paraguay, supera los 2.500 personas, si le sumamos los habitantes de las comunidades ubicadas en el distrito de Bahía Negra.