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Según señaló, para afirmar esto se basa en estudios científicos desarrollados en el año 1994 y en el 2002, con relación a Cateura. “El primer estudio fue desarrollado por la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA). El otro fue un Proyecto de Recuperación Ambiental realizado en el 2002 por la Municipalidad de Asunción”.
López aseguró que ambos estudios, luego de un ensayo del manejo del producto, contemplaron el almacenamiento y recirculación de lixiviado sobre la masa de residuos, y lo establecieron como una alternativa de tratamiento.
“Decía el estudio que la recirculación es efectiva para controlar la calidad y cantidad de lixiviado, y recomendaba el producto. En el 2002, cuando la Municipalidad construyó la pileta, lo hizo siguiendo esa recomendación”, remarcó el técnico de Empo. El desborde puede ser mortal.
La pileta de Cateura, vertedero administrado por Empo, contiene aproximadamente 120 millones de litros de lixiviados, producto de la acumulación de desechos. Varios son los ambientalistas que ya han advertido que, si la pileta se desborda o cede, el líquido terminaría “en cuestión de horas”, con el río Paraguay, toda su fauna y flora.
Ante la consulta de los medios, Óscar López explicó que con la recirculación de la masa de residuos, es esta propia masa la que actúa como un filtro biológico, atenuando así los contaminantes del lixiviado.
“Es una alternativa que está contemplada en nuestro plan de gestión ambiental. El lixiviado responde a lo que se espera de un producto recirculado, estabilizado y maduro”, argumentó el técnico.
Por otra parte, López informó que cada cuatro meses se realizan análisis para verificar el estado de la pileta, que tiene un sistema de “estanca sellada”. “Dentro de nuestro monitoreo ambiental, también tenemos pozos de monitoreo de agua subterránea”, dijo López, al tiempo de añadir que hasta el momento, ningún análisis demostró afectación de las aguas por el lixiviado.
¿A cuantos metros debe llegar el río para que la pileta se vea amenazada? Es la gran pregunta que cientos de ciudadanos se están haciendo en estos momentos. El funcionario de Empo pidió mantener la calma y garantizó que en la construcción de la pileta ya se tuvo en cuenta la protección contra futuras inundaciones, a una altura a cota 64. “Teniendo en cuenta que la cota en el puerto es de 54, tenemos una diferencia de 10 metros de protección. Eso se realizó teniendo en cuenta la máxima crecida del año 1983, que llegó a cota 63”, especificó López. Teniendo en cuenta estos datos, el agua tendría que subir más de 10 metros para que la pileta se vea amenazada siempre según Empo.
En el entorno de la pileta de Cateura, está construido un dique de seguridad, de manera a que el avance de las aguas no se aproxime hacia la pileta. Así lo aseguró el representante de Empo. “Inclusive sobrepasando los 10 metros de subida del agua, no tienen que preocuparse, porque solo es cuestión de subir ese dique”, detalló. Al consultársele si podría darse una situación similar a la ocurrida en ciudades como Alberdi y Pilar, López explicó que con la crecida del año 2014, ya realizaron obras de prevención. “Construimos un dique inferior al pie de base de la pileta externa. Por otra parte, se instalaron instrumentaciones de geotecnia, con placas superficiales para verificar si los diques están estables o no. Las cinco lecturas que se realizaron de estos monitoreos, indican que la pileta está estable”, afirmó el técnico de Empo.