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La mujer no tenía conocimiento sobre el paradero de sus hijos desde el año 2004, en que el hombre abandonó Austria en compañía de sus hijos, una nena que entonces tenía ocho años, y un niño de cuatro.
Gyöngyi Pajor (46), acompañada de un abogado y un traductor, acudió ayer al despacho de la Defensora de la Niñez, Carolina Lugo, para interiorizarse de la situación de sus hijos, pero no trascendió lo conversado.
Mediante la ayuda de un periodista húngaro que sigue el caso, Márton Hardy, del periódico LatimoPORT.hu, intentamos obtener alguna información sobre las gestiones que tiene previsto realizar en nuestro país, pero ésta no quiso hacer declaraciones.
El caso de los niños austriacos tomó repercusión internacional tras conocerse detalles de su vida en nuestro país, donde llegaron hace nueve años con su padre, Johann Ehmann.
Ehmann se accidentó el 29 julio de 2013, sobre la Ruta VI, a pocos kilómetros del lugar donde vivía, tras perder el control del biciclo por causa de un reventón en una de sus ruedas. Luego de dos meses de permanecer internado en emergencias Médicas, de Asunción, falleció el 28 de setiembre pasado. Tenía 60 años.
Antes de su muerte el hombre acordó con su pareja aquí, Alicia Vera, con quien tuvo un hijo de pocos meses, la guarda de sus dos hijos austriacos. El procedimiento fue realizado con el concurso de la defensora pública Carolina Lugo. La jueza del menor y la adolescencia, Nilsa Monzón, otorgó a la madrastra la cautela de los adolescentes el 22 de septiembre pasado, una semana antes que se registrara el fallecimiento del padre.
La publicación de la historia a través de las redes sociales permitió a la madre, Gyöngyi Pajor, ubicar el paradero de sus vástagos.
Respecto de la situación de los menores, la defensora pública, Carolina Lugo, señaló que el caso se maneja con las restricciones propias por tratarse de menores de edad, cuya seguridad y garantías son guardadas con rigurosidad.
Nos interesa proteger las garantías de los niños, no podemos dar mucha información, pero en principio ellos tienen garantías para permanecer aquí, y si la madre biológica tiene interés en contactar con ellos se hará dentro del marco de las garantías y seguridad que el caso exige, señaló.
En la comunidad donde residen los adolescente existe mucha inquietud y temor frente a la posibilidad de que éstos deban abandonar Paraguay si la madre biológica decide retornarlos a su país.
La Convención sobre los derechos del niño, del cual nuestro país es signatario, así como Europa, establece en su artículo 12 que asiste a los niños el derecho a ser escuchados, así que eso va a ser tenido en cuenta, señaló.