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La fiscala María José Pérez se refirió al caso de la enfermera Gladys Andrea Garay (44), conocida como la “Viuda negra” luego de ser detenida por el asesinato de su marido, el mecánico Juan Antonio López Cantero (59), perpetrado hace dos semanas.
En contacto con radio ABC Cardinal, la agente del Ministerio Público relató que todo se originó la madrugada del domingo 26 de febrero, cuando la ahora detenida reportó a la Policía Nacional un intento de asalto con derivación fatal, donde la víctima fue su pareja. “Así como venía la denuncia, el tema del asalto y los supuestos hechos de violencia manifestados por la viuda, hubo contradicciones con la escena que yo encontré cuando llegamos”, refirió.
Según el relato de la viuda, su marido se enfrentó a jóvenes que intentaron asaltar la vivienda, en San Antonio. “Manifestó primeramente que había escuchado ruidos en el patio de su casa y voces de dos o tres jóvenes y luego escuchó forcejeos, lucha, intentos de reducir a su marido y que ella se encerró en un ropero de una de las habitaciones”, detalló.
Al llegar al lugar, los intervinientes se encontraron con el ropero en cuestión intacto, además de casi nulo signo de lucha. “Estaba en contradicción con lo que encontramos ahí; todos los muebles, objetos, inclusive un florero de plástico... Nada se movió de lugar; estaba todo correctamente ordenado. Esta fue la primera señal de contradicción que particularmente a mí me llamó la atención”, manifestó.
Otro detalle es que “ella dijo que el aire de la habitación del occiso no funcionaba, pero los de Criminalística al instante pudieron hacerlo encender”. Igualmente, “no había señal de que se haya sutraído algo de la vivienda; así surgió una serie de contradicciones”, reafirmó.
Relató que la mujer posteriormente aseguró que su esposo tomó un machete para tratar de defenderse; sin embargo, la herramienta en cuestión se encontraba a 10 metros del cuerpo. “Ahí ya hubo sospechas de que se montó el escenario”, agregó.
Comentó que al día siguiente, el 27 de febrero, la mujer en cuestión se disponía a mudarse. “Los vecinos me informaron que iba a mudarse de domicilio y eso para mí fue un indicio de fuga, por lo que se ordenó su detención”, señaló.
Posteriormente, los investigadores indagan cuál pudo haber sido el móvil del crimen. “Ahí encontramos que tenía un seguro de vida, los documentos son de diciembre de 2016 y el seguro entró en vigencia en enero de este año; estábamos ahí (con el crimen) a un mes y medio de que entró en vigencia el seguro de vida”, aseveró.
Gladys Garay posteriormente reconoció que había convencido a su esposo a firmar por un seguro de vida “porque viajaba mucho”, por lo que se afianzaron las sospechas de un golpe de seguro. “Me arriesgaría a decir que es uno de los primeros casos en relación a los golpes de seguro. Sí hemos tenido denuncias falsas, por ejemplo de sustracciones de vehículos que luego aparecieron en talleres, pero un caso relacionado a un hecho punible contra la vida... Es el primer caso, al menos en nuestra jurisdicción”, manifestó.
La fiscala recordó que de la misma manera había actuado la “Viuda negra” con su anterior marido, Gerardo Ferreiro, por cuya muerte cobró unos G. 50 millones. Tras el fallecimiento de su última pareja, se disponía a cobrar un total de G. 600 millones, según detalló la investigadora.
Pérez aclaró que en ambos casos, se operó con compañías de seguro diferentes. “También nos llamó la atención que en ambos casos, ambas familias biológicas no sabían de la existencia de estas pólizas”, agregó.
En la víspera, uno de los tres detenidos por el caso de la “Viuda negra” reconoció que la mujer y su amante lo contrataron para reducir a la víctima. Aseguró que fue la esposa quien lo mató de un corte en el cuello.