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El presidente Cartes fue consultado sobre la polémica que desató cuando se dio a conocer que empleados de su empresa tienen injerencia en cuestiones de Estado, bajo el título de “asesores ad honórem”. Fue durante un recorrido en una fábrica en Villeta.
Portillo no es el único empleado de las empresas del Presidente con injerencia en cuestiones de Gobierno. El mandatario admitió hoy que tiene “dos o tres más”.
El mandatario anunció que, a pesar de las críticas, pondrá inclusive más “asesores” de ese tipo. Justificó la cuestionada decisión diciendo que esto “no es tráfico de influencia ni corrupción”.
Dijo también que todos ellos son personas “de su absoluta confianza” que le ayudan. “Quiero que me reten si es con plata del Estado”, se defendió.
Con respecto a las duras críticas en su contra desde el Congreso, dijo que “no importa lo que ellos digan”.
Nuevamente apelando a su ya conocida “ironía”, se dirigió a los comunicadores y les dijo: “Quiero más (asesores), por si acaso ustedes quieran ayudarme también en cosas de prensa”.
El problema con la inclusión de empleados de las empresas de Cartes en planes del Gobierno es que ellos, en su calidad de “ad honórem”, no tendrán que rendir cuentas al Estado, indicó ayer durante la sesión la senadora por el PDP, Desirée Masi.
Así también, el senador por Avanza País Adolfo Ferreiro criticó a Cartes, diciendo que en realidad le hace “un gran favor al EPP” al romper con la institucionalidad e incluir civiles en operativos de alta inteligencia contra grupos armados.