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Este paso adelante se logró luego de aquel mal momento que hicieron pasar el año pasado a los tripulantes del buque Doña Anette, una embarcación paraguaya que fue retenida por casi un mes en la prefectura de Paraná, por orden de la Prefectura Naval Argentina (PNA). Todo, porque el barco paraguayos no cumplía la exigencia de embarcar a prácticos argentinos en la tripulación para poder surcar.
El hecho ocurrió en noviembre del año pasado, y nuestros compatriotas pasaron incluso necesidades básicas mientras estuvieron retenidos, pues los víveres ya se acababan y aún no les permitían seguir su travesía.
Si bien este conflicto tiene años, la última vez fue la gota que colmó el vaso para los navegantes paraguayos, que decidieron que este tipo de arbitrariedades no podían volver a ocurrir, por lo que se organizaron, e impulsaron un acuerdo binacional entre los gobiernos de Argentina y Paraguay.
Así, a partir de este acuerdo, las tripulaciones paraguayas ahora podrán surcar aguas argentinas sin necesidad de incluir a prácticos argentinos.
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Según explicó a ABC Cardinal Guillermo Ehrecke, presidente del astillero La Barca del Pescador, y empresario naviero referente de la navegación en Paraguay, antes, la limitación era que si nuestras embarcaciones tenían más de 120 metros de largo, debían embarcar prácticos (baqueanos) argentinos para completar su navegación dentro de sus aguas jurisdiccionales.
“Con la resolución que se firmó ahora, se amplía a 140 metros de largor la embarcación. Eso hace que todas las embarcaciones autopropulsadas con bandera paraguaya pueden cruzar aguas argentinas sin necesidad de embarcar prácticos o baqueanos argentinos”, informó Ehrecke.
El empresario naviero destacó este nuevo acuerdo como “algo muy auspicioso, porque la baqueanía genera costos muy importantes.
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Ehrecke comentó que este arreglo se logró “de gobierno a gobierno”, porque en la última retención que sufrimos “se generó un conflicto ya a nivel diplomático. Eso hizo que se convierta en un problema binacional”, manifestó.
El empresario naviero dijo que este tipo de condiciones irrisorias “son rémoras de la época en que los sindicatos, el gobierno y los funcionarios intentaban sacar dinero de cualquier parte, y también neutralizar la competitividad de Paraguay en el área de las navegaciones”, resaltó.