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Al ingresar a la zona del Parque de Diversiones de la Expo de Mariano Roque Alonso se ubican dos artistas que, a diferencia de los juegos, no consiguen reunir una larga fila de personas esperando por ellos. Ambos son retratistas, un luqueño y el otro brasileño, realizan retratos realistas en apenas 15 minutos.
Fabio Barros, es de San Paulo, Brasil. Desde hace cuatro años decidió venir a nuestro país a mostrar un poco de sus habilidades como retratista y, sin duda alguna, sus cuadros tienen mucho éxito entre los visitantes de la Expo Mariano Roque Alonso.
Según estima, realiza aproximadamente 10 retratos por día, a veces más y a veces menos. Sus principales modelos siempre son los niños de distintas edades, ya que los padres anhelan tener un bello recuerdo de sus pequeños. Realiza dos tipos de retratos, a color cuestan G. 50.000 y a lápiz G. 40.000.
Fabio comenta que tiene 44 años y desde los 15 se dedica al arte. Sin embargo, a pesar de que le suele ir bien al vender sus retratos en las ferias de su país y aquí, no puede realizar muchos viajes porque desea estar cerca de sus hijos, por lo cual para poder subsistir también se dedica a pintar automóviles cuando está en Brasil.
Llegó el sábado y espera poder quedarse hasta el final, para luego ir a dos ferias del Chaco y Luque, si logra. Según expresa el artista, los visitantes siempre se quedan asombrados por sus cuadros y le demuestran mucho cariño, por lo cual se siente muy agradecido y espera poder seguir haciéndolo por varios años más.
Unos pasos después, se encuentra Junior Paredes, de 25 años. El joven cuenta que desde los 15 años empezó a dibujar y desde hace 5 sale a las calles a realizar retratos en las fiestas patronales de distintas ciudades y la Costanera de Asunción. Es la segunda vez que viene a la Expo de Mariano.
Él utiliza el lápiz pastel y vende sus cuadros en tamaño A3 a G. 30.000 por rostro, por lo que cuando a una pareja cada cuadro le cuestas G. 60.000. Sin embargo, al igual que a Fabio, pese a su gran talento no le alcanza para dedicarse plenamente a esto. Es pintor de obras y cuando no tiene trabajos en ese rubro, se dedica al retrato.
“Me gustaría dedicarme solo a esto, pero solo hay momentos en que hay trabajo, como con la Expo. Ahora por 15 días estaremos acá nos vendrá bien (…) Pero cuesta mucho también tener un espacio, nos cobran G. 1.500.000 a nosotros para estar acá”, cuenta el joven.
“Es complicado porque primero tenés que recuperar esa inversión y luego empezaremos a ver la ganancia. Además, hay lugares en donde nos prohíben estar, por ejemplo. Eso es lo que no entiendo. No valoran el arte en Paraguay”, cuestiona.
Él realiza entre semana aproximadamente siete retratos y los fines de semana aproximadamente 20. Son los extranjeros los que más solicitan sus trabajos y los valoran, pues son ellos los que incluso les dicen que cobran muy barato y les ofrecen más dinero.
Finalmente, se mostró muy poco optimista con la posibilidad de que el arte vaya ganando más espacios y sea más valorado en nuestro país. “Es difícil, la gente por ejemplo va a leer esta entrevista y decir: ‘Sí, tiene razón’, pero no va a pagar tampoco”, agrega.