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Un audio revelado ayer por Unicanal de una supuesta reunión en la que participaron el titular de la Senad, Luis Rojas, y los senadores Arnaldo Giuzzio y Arnoldo Wiens, Souza se explayó sobre cómo operaba con el respaldo de influyentes autoridades.
Entre ellos menciono a uno de los uniformados, quien ahora en subcomisario que trabajaba en ese entonces con el intendente de la Paloma, Carlos “Cabrito” Villalba, decía Souza, que sin la autorización de un político de la zona no se trabaja en contrabando ni drogas.
Al ser consultado sobre su vinculación con la diputada por Canindeyú, Cristina Villalba, el narco respondió: “Yo quiero explicar eso también, la doctora Cristina Villalba es una persona muy humilde, yo la conozco, ella siempre trabajó, ella por ser hermana de esa gente está pasando esto. Ella no tiene esa capacidad”. Pero luego reveló que también le daba plata por instrucción de su hermano Carlos “Cabrito” Villalba. “Sí, le tenía que dar 10 a su hermano y cinco a ella”, indicó.
“Ya que el que mandaba en la Paloma era Carlos Villalba, quien llevaba el dinero era Narcóticos por instrucción de su hermano, le llevaban a su casa a Cristina, el que cuidaba parte era Aquiles de Narcóticos”, dice de Souza.
Tras el asesinato de Pablo Medina, el uniformado fue identificado como “ahijado” de Carlos “Cabrito” Villalba, intendente de La Paloma del Espíritu Santo y hermano de la diputado Cristina Villalba, ambos ligados con el clan Acosta del distrito de Ypejhú.
Sin embargo, Aquiles en todo momento negó conocer a los Villalba, hasta que ABC publicó una foto del uniformado con el intendente de la Paloma, quien posteriomente confirmó que dicha fotografía data del año 2006 ó 2007 y fue en un cumpleaños de Carlos Villaba, donde compartío unas cervecitas con él.
Aquiles Villalba es sospechoso de dar protección a grupos de narcotraficantes que operan en la zona de Canindeyú, al amparo de estructuras políticas que eran encabezadas por Vilmar “Neneco” Acosta, quien se encuentra recluido en el Brasil por ser considerado autor moral del asesinato del periodista Pablo Medina y Antonia Maribel Almada.
Sin embargo el excomandate de la policía Francisco Alvarenga, destituido por hechos de corrupción, lo había nombrado inlclusive como jefe de Antinarcóticos de Pedro Juan Caballero, zona donde operan grandes grupos del crimen organizado. En el tiempo que estuvo por dicho departamento no habría querido involucrar a dos concejales que fueron sorprendidos por agentes policiales en un camino que llegaba a un importante cargamento de drogas.
Al asumir el nuevo número uno de la institución policial, el comisario Críspulo Sotelo prometió sanear la institución de los uniformados corruptos, se aguarda que definitivamente cumpla esa promesa que realizó.