Cargando...
El inicio. Las constantes manifestaciones campesinas y ocupaciones por parte de indígenas en la Plaza Italia, obligaron a la comuna capitalina a tomar medidas, atendiendo además las constantes quejas de los vecinos. Es así que en 2008, bajo la administración de la intendenta Evanhy de Gallegos, comenzó el proyecto para enrejar el emblemático espacio público.
En principio, el anuncio sobre el vallado perimetral a ser instalado en la Plaza Italia generó posturas dispares, pues algunos frentistas sostenían que la inversión en el enrejado (poco más de G. 200 millones) era un despilfarro y que no sería la solución al problema, además de ser antiestético.
Ocupación campesina en la Plaza Italia (ABC Color, 2005)
Incluso activistas sociales de izquierda calificaron al proyecto de atropello a la libertad del ciudadano y muestra de discriminación contra labriegos y nativos. Sin embargo, otro sector de la sociedad consideraba que la medida era necesaria.
Tras la inauguración, en abril de 2010, y el cambio de imagen que se otorgó al espacio público, comenzó la ola de enrejados a plazas capitalinas por parte de la comuna.
La siguiente fue la Plaza Uruguaya. El histórico espacio público también era el punto de encuentro de organizaciones campesinas e indígenas que llegaban a Asunción para exigir al gobierno de turno respuestas a sus reclamos, y en muchas ocasiones terminaban instalándose en el lugar por tiempo indefinido. Además, era “PC” de delincuentes y drogadictos, recuerda el director de Desarrollo Urbano de la Municipalidad de Asunción, Arq. Luis Villalba.
Carpas de indígenas apostados en la Plaza Uruguaya (ABC Color, 2009)
Tras actos violentos por desocupación a indígenas apostados en el lugar y disturbios con activistas sociales que se oponían al vallado perimetral, fue inaugurada la obra en febrero de 2012.
Seis meses después, también se terminó el enrejado de la plaza Infante Rivarola, mediante inversión económica, tanto de la comuna como de empresas lindantes al lugar, principalmente los shoppings de los alrededores, en el marco de responsabilidad social.
En agosto de 2013, en una semana de trabajo, se inauguró el enredado de la Plaza América, ubicada en el barrio Villa Morra, convirtiéndose en el cuarto espacio público entre rejas. La ejecución de la obra fue con padrinazgo de la empresa telefónica Tigo, cuya sede central se encuentra en la zona.
En ese mismo año, se colocó vallado perimetral en las plazas Choferes del Chaco y Bernardino Caballero, esta última frente al Poder Judicial, con fondos del citado poder del Estado.
Monumento instalado en la Plaza de las Américas (ABC COlor, 2005)
“(El enrejado) es como una especie de sistema educativo para la ciudadanía, nos enseña cómo usar las plazas porque nos educa en el uso de los camineros, encausar a través de los portones, de desplazarse a través de los camineros, aparte de su función principal que es dar seguridad”, destaca Villalba.
Dice que solo hace falta hacer un recorrido por las plazas enrejadas para notar la diferencia entre el antes y el después de las obras. “La comunidad se volcó de nuevo a estos espacios públicos en detrimento de ese condimento delictual que juntaban en un momento dado, para intercambio de estupefacientes, que hacía que los propios vecinos busquen otro lugar para distenderse”, afirma el arquitecto.
Sostiene además que actualmente se trabaja con la Policía Nacional y el Ministerio del Interior para brindar seguridad en estos sitios, y que ello permitió además que empresas privadas inviertan en las plazas, en la colocación de bancos, equipos de gimnasia, entre otros elementos.
El Parque Gral. Bernardino Caballero se ha vuelto desde hace años un sitio peligroso por la presencia de malvivientes y drogadictos, que obligó a muchos a evitar acudir a este importante espacio público. “Esta plaza era la postal fotográfica de los ’70, está en el corazón de Asunción”, relata Villalba.
Manifestó que la comuna prevé que esta plaza sea la séptima en ser enrejada, cuyas primeras obras ya comenzaron. “Es nuestro proyecto estrella”, subrayó. Recordó que por ninguna empresa privada quiere invertir en el lugar por no existir garantía alguna sobre la durabilidad de las obras que puedan ser inauguradas allí.
Entrada principal al Parque Gral. Bernardino Caballero (ABC Color, 2012)
“Vamos a revitalizar todo el equipo urbano del parque, además del mejoramiento de todo el caminero y la mejora de la pavimentación. Dejamos la pileta olímpica para que sea utilizada por instituciones estatales deportivas para el usufructo y la pileta natural será hermoseada”, adelantó el funcionario municipal.
Recalcó que para lograr recuperar la imagen de la emblemática Plaza Caballero, y volverse el punto de encuentro de la familia, “el vallado es fundamental”.
En otro momento, explicó que el vallado perimetral se aplicó en todas las plazas “conflictivas”, y que esta medida se toma caso por caso. “Depende del usuario de la misma. Hay plazas en las que no amerita”, puntualizó, dando ejemplo de las plazas ubicadas frente al Congreso o las ubicadas en inmediaciones del Panteón Nacional de los Héroes.
Pileta olímpica ubicada en el Parque Caballero (ABC Color, 2011)
“Realmente está linda la plaza, por lo menos ya hay pasto”, ironizó entre risas Lorena Benítez (35), mientras tomaba tereré en la Plaza Italia, observando a sus hijos que se divertían en el parque. Dijo que vive a cuadras de la plaza, y que desde el comienzo de las obras estuvo a favor de la misma “porque acá ya ni te podías sentar por la gente que se instalaba con sus casitas”.
En tanto, Roberto Candia (27), usuario de la Plaza de las Américas, lamentó que el lugar “ahora parezca una cárcel”, pero consideró que era necesario para dar seguridad en el lugar. Manifestó que de noche “era una locura pasar por acá por la cantidad de consumidores de droga que había”.
Nueva imagen de la Plaza Italia (ABC Color, 2013)
“Ahora está más tranquilo el lugar”, señala por su parte don Sergio López (42), quien vive en inmediaciones de la Plaza Uruguaya. Sin embargo, expresó que mediante las obras el problema de los indígenas que se apostaban en el citado espacio público ahora simplemente se instalan sobre las veredas de la vieja estación de tren de la capital. “El ‘problema’ simplemente se mudó de lugar”, puntualizó.
El fenómeno de dejar a importantes plazas y parque entre rejas no solo es un fenómeno a nivel local, sino que también fue aplicado en varios países de la región. Al igual que aquí, la medida obedecía a recuperar los espacios públicos, que estaban ya casi perdidos.