El conflicto entre el intendente de San Bernardino, Emigdio Ruiz Díaz, y los locales nocturnos, hoteleros y gastronómicos de “la ciudad del verano”, podría tener como consecuencia un importante impacto económico.
Samuel Barrios, de la Cámara de Comercio y Turismo de San Bernardino, explicó que la ordenanza -en su artículo primero- dice que solo se habilita el funcionamiento de los locales nocturnos previamente instalados en el Anfiteatro Municipal.
“Esa ordenanza es la que está vigente, se extendió su vigencia hasta marzo del 2026. El contexto de esta ordenanza se da porque en el año 2023 se hizo el plan de ordenamiento territorial de San Bernardino y se declaró la zona del Anfiteatro como residencial. Entonces, lo que hace la ordenanza del 2023 es que dentro de las cuatro fincas, que son enormes, del anfiteatro no rige y se hizo de manera excepcional mientras tanto se buscaba un lugar para los boliches”, especificó.
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También señaló que la redacción de la ordenanza se hizo de propósito para que no vuelvan a entrar nuevas discotecas, “dependiendo justamente del gobierno municipal de turno, porque si se habilitaba a todo el mundo, como hay mucho espacio, se puede ir creando en todos lados”.
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Si bien se había denunciado, desde la Asociación de Trabajadores Gastronómicos y Afines del Paraguay un posible arreglo “bajo la mesa” entre el intendente de San Bernardino, Emigdio Ruiz Díaz y una empresa organizadora de conciertos en el anfiteatro José Asunción Flores, ya que el jefe comunal se niega a firmar los contratos de alquiler con los locales nocturnos, Barrios dijo que conversó con representantes de G5 Pro.
“G5 (el empresario Coto Nogués) es socio de la Cámara de Comercio y Turismo de San Bernardino, él me aseguró que no tiene nada que ver y que ellos no están detrás y lo que están esperando es que se solucione porque también tiene dos discotecas que son Monkey y Moncai y que quieren funcionar dentro del anfiteatro también y están esperando a que el intendente les dé el contrato”.
Mencionó que le parece extraña la actitud del intendente, de no querer firmar contrato con discotecas que están en San Bernardino desde hace más de doce años.

Incertidumbre comercial
También dijo que es preocupante la incertidumbre comercial que se vive en la mencionada ciudad cordillerana, porque no se trata solo de las discotecas, sino de lo que se mueve en torno a ellas.
Agregó que solo las discotecas llevan unas 200.000 mil personas cada fin de semana, sin contar con los conciertos. Sin embargo, los empresarios aún no pueden organizar la apertura, la fiesta de fin de año, carnaval, el cierre de temporada. “Estamos casi en diciembre y no se puede organizar nada”, puntualizó.
Mencionó que los locales nocturnos requieren de gran cantidad de mozos, servicio de limpieza y otras tareas que demanda trabajo para personas de la zona y alrededores.
“Hay una gran cantidad de personas que se van a ver golpeadas, no digo que se va a fundir San Bernardino comercialmente, pero sí va a golpear este enero, este verano con esa actitud, porque todos estos eventos nocturnos lo que hacen es cargar de visitas los supermercados, los bares, los restaurantes, los lomiteros, vendedores ambulantes que aprovechan la oportunidad para hacer un trabajo de cuatro sábados o de dos meses, pendiente de la gente que se va a los boliches”, lamentó.
Añadió que también se verá afectado el sector hotelero, las casas que se alquilan, entre otros.
