El lunes pasado fue hallado un cadáver en avanzado estado de descomposición en aguas del río Paraná, en la zona de Puerto Irala, luego de que un grupo de pescadores reportara la presencia de un bulto envuelto en una bolsa de arpillera.
Fuentes de ABC Color informaron este miércoles que se habría confirmado que el cuerpo pertenece al adolescente de 16 años sindicado como el autor del asesinato del militar Guillermo Moral, ocurrido el 2 de octubre pasado frente a la Facultad de Derecho de la UNA, en el barrio Trinidad de Asunción.
Rogelio Leme Díaz Brítez (18), el otro sicario quien condujo la motocicleta en la que se desplazaron con el adolescente, sigue prófugo.
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Tatuaje captado en circuito cerrado
El director general de Investigación Criminal de la Policía, comisario Marcelino Espinoza, si bien evitó confirmar que se trate del presunto sicario, señaló que el tatuaje observado en una imagen de circuito cerrado -donde se ve al adolescente- coincide plenamente con el hallado en el cadáver.
Agregó que, técnicamente, se trataría del cuerpo del adolescente de 16 años, teniendo en cuenta el tatuaje y otras características físicas. Sin embargo, aclaró que científicamente aún no puede confirmarse y, en ese sentido, informó que la madre del presunto sicario se someterá hoy a una prueba de ADN para comparar su muestra con la del cadáver hallado el lunes pasado.
“Técnicamente, podemos hablar de que se trataría; científicamente, no podemos todavía sostener. Se ve un tatuaje en el cuerpo, que es idéntico al tatuaje que captamos en una imagen de una estación de servicio. Esta mañana, su madre se va a presentar ante el Ministerio Público para hacerse una comparación de ADN”, mencionó.
Espinoza señaló que aún no se tiene una fecha precisa para conocer el resultado de la prueba de ADN comparativa, aunque indicó que esperan de que el resultado se conozca en el menor tiempo posible.
Datos del primer informe forense
La Fiscalía había informado el lunes pasado que el cadáver presentaba una herida de bala en la cabeza y tatuajes visibles en ambos brazos, según el reporte del médico forense Martín Alfaro, del Ministerio Público.
El especialista había precisado además, en su informe preliminar, que el cuerpo correspondía a un hombre de aproximadamente 1,80 metros de estatura y que la muerte habría ocurrido hace cerca de dos meses.
El avanzado estado de putrefacción había dificultado las tareas de inspección, aunque se lograron identificar algunas características físicas que facilitaron su reconocimiento, de acuerdo con lo informado entonces por el forense.
La clave de los tatuajes

El cuerpo presentaba dos tatuajes en los brazos: uno con la imagen de un Niño Ángel con motivos religiosos y otro del Ojo de la Providencia, según el reporte oficial del lunes pasado.
