La investigación realizada por la Fiscalía sobre supuestos abusos sexuales durante fiestas estudiantiles de un colegio privado de Asunción derivó en una nueva imputación contra Thiago Gorostiaga Arestivo, de 19 años, por hechos punibles contra la autonomía sexual,
En esta oportunidad, la causa se tramita ante el juzgado penal de la adolescencia a cargo de Matías Garcete y el delito imputado es abuso sexual en personas indefensas. El caso quedó a cargo de este juzgado debido a que en ocasión del hecho el imputado era adolescente, al igual que la víctima.

La denunciante relató haber sido sometida contra su voluntad, describiendo violencia y abuso. Relató que el joven ahora procesado, quien era su compañero de colegio, manoseó sus partes íntimas sin consentimiento, aprovechando que no se encontraba en condiciones de defenderse debido a su estado de ebriedad.
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El magistrado convocó a Gorostiaga a una audiencia a realizarse el próximo 24 de setiembre a las 08:30 para la imposición de reglas especiales. En la oportunidad, en que podrá dar su versión sobre lo ocurrido ante el magistrado.
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Esta imputación fue presentada el 16 de setiembre pasado por el fiscal Hernán Mendoza y tiene relación con hechos ocurridos durante un cumpleaños.
Mendoza también tiene a su cargo la investigación de una denuncia sobre hechos de la misma naturaleza, también supuestamente protagonizados por Gorostiaga, en una fiesta de fin de curso.
Primer proceso por hechos punibles contra la autonomía sexual
Recordemos que Gorostiaga actualmente cuenta con arresto domiciliario, en una causa por supuesta coacción sexual del que resultó víctima otra de sus compañeras. La medida restrictiva de libertad fue dictada por el juez penal de Garantías Raúl Florentín el 29 de agosto pasado.
En esta causa, Gorostiaga fue imputado por la fiscala María Angélica Insaurralde por hechos ocurridos durante una fiesta realizada el 30 de mayo pasado, en una residencia ubicada en el barrio Manorá.
En esta residencia perteneciente a una de las compañeras de la denunciante, se había reservado una pieza con colchones para que las chicas se quedaran a dormir, que es donde la joven se quedó a descansar, una suerte de “pijamada”.
La denunciante dijo que en horas de la madrugada se despertó asustada al sentir que alguien le manoseaba en sus partes íntimas, desprendía su ropa y le besaba, pero no tenía suficiente fuerza para sacarlo de encima. Explicó que estaba muy cansada porque había ayudado desde temprano en la organización de la fiesta y además había tomado shots de “jager”.