El juez Marcelo Ramírez resolvió este lunes dictar la prisión preventiva de un agente de la Interpol denunciado por su expareja por supuestos abusos sexuales cometidos contra sus dos hijas, de 6 y 15 años. Se ordenó que el procesado guarde reclusión en la Agrupación Especializada de la Policía Nacional de Asunción.
El Ministerio Público, representado por la agente Noelia Soto, había solicitado la prisión preventiva desde julio, argumentando la gravedad del caso y el riesgo procesal que implicaba mantener al imputado en libertad. La defensa, sin embargo, se opuso e intentó introducir una medida alternativa, presentando documentos como hoja de servicio policial, certificados psicológicos y un certificado de vida y residencia del procesado.
Lo más llamativo del debate fue el ofrecimiento de fianza personal de parte de una magistrada que sería pareja sentimental del imputado. La jueza ofreció una finca valuada en G. 705 millones como garantía. La situación encendió nuevamente las alarmas sobre la posible injerencia de la misma jueza en el desarrollo del proceso, ya que desde el inicio del caso se sospechaba que utilizaba sus influencias para retrasar el avance de la causa, según la parte denunciante.

La imputación contra el agente de la Interpol se había formalizado, tras meses de investigación de la Fiscalía de Villarrica. El uniformado fue denunciado en abril por su exesposa, quien acusó al hombre de abusar de manera sistemática de sus hijas menores de edad.
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La madre de las víctimas señaló que la hija mayor, de 15 años, sufrió los abusos durante un tiempo prolongado, mientras que la menor, de apenas 6 años, también habría sido víctima del mismo patrón de conducta.
La abogada de la denunciante, Rosana Figueredo, confirmó que llevan una querella adhesiva para tener participación activa dentro del proceso penal. Asimismo, semanas atrás había indicado que tanto la madre como las niñas se encontraban bajo resguardo policial, ante el temor de represalias.