La presentación del resultado de la licitación pública nacional para la restauración del templo de Ñandejára Guasu se llevó a cabo el miércoles 6 de agosto. El acto marcó el inicio formal de un proceso largamente anhelado por la comunidad de Piribebuy.
La empresa ganadora, Mes Ingeniería SA, está representando legalmente por José Manuel Fernández Riveros y Marcelo Eduardo Sánchez Quintana.
Durante la jornada, la arquitecta Alicia Ramírez, jefa de obras del proyecto, expuso con detalle la metodología, el enfoque técnico y patrimonial, así como las etapas previstas para la intervención. También presentó a su equipo de trabajo, integrado por profesionales especializados en la restauración de bienes culturales.

La ceremonia contó con la presencia del párroco local, Pbro. Alcides Mendoza; el intendente municipal de Piribebuy, Blas Manuel Gini Cristaldo (PLRA); representantes del colectivo cultural Tekorenda, autoridades locales y numerosos pobladores que acompañaron con entusiasmo este paso trascendental para la historia y la espiritualidad de la ciudad.
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La obra demandará G. 10.831 millones y será financiada por la Entidad Binacional Itaipú. Contempla una restauración integral que incluirá el refuerzo de estructuras, renovación de techos, pisos y muros, mejora de la iluminación y conservación de elementos históricos, todo bajo criterios de respeto al valor patrimonial del edificio.
En la presentación se anunció que la obra comenzará el 13 de agosto, posterior a los actos de conmemoración de la Batalla de Piribebuy. Fue una solicitud hecha por la Municipalidad y la Iglesia, según los datos.
Ñandejára Guasu, símbolo de fe y resistencia
El Santuario Nacional Dulce Nombre de Jesús es una de las joyas religiosas y culturales más importantes del Paraguay. Tiene sus orígenes en una leyenda que data de los siglos XVII y XVIII. Según el relato, un antiguo poblador llamado Pedro Manuel Rivas encontró una imagen de Cristo crucificado envuelta en cuero en el monte, en el sitio conocido como Paraje Obligado, cerca de Piribebuy.
La iglesia se construyó como capilla entre 1640 y 1650 y fue elevada a parroquia en 1740. El templo, conocido como Capilla Guasu por su tamaño, fue construido en 1753 por el cura párroco Gaspar de Medina, en honor a la imagen del Santo Cristo de los Milagros, que luego se conocería como Ñandejára Guasu. Esta infraestructura es la que será restaurada.

Más que una edificación, el santuario representa la identidad espiritual y comunitaria del pueblo piribebuiense. Fue testigo de épocas de bonanza y también de tragedias.
Durante la Guerra contra la Triple Alianza (1864-1870), Piribebuy fue declarada capital provisional de la República y el templo se convirtió en lugar de refugio, oración y resistencia. La Batalla de Piribebuy, ocurrida el 12 de agosto de 1869, dejó una profunda huella en la ciudad y en el santuario, que resistió entre ruinas y cenizas como símbolo de fe inquebrantable.
En su interior, la iglesia conserva imágenes sagradas de incalculable valor histórico y devocional, como la talla del Dulce Nombre de Jesús. También destacan su altar mayor tallado en madera, sus muros de piedra y un retablo colonial que ha sido restaurado parcialmente en el pasado, pero que hoy requiere una intervención más profunda.
El templo fue declarado Santuario Nacional por resolución eclesiástica y es centro de importantes celebraciones litúrgicas y culturales. Cada año, especialmente en enero, acoge a miles de fieles que participan en la fiesta patronal, una de las más tradicionales del país.

Un legado que trasciende generaciones
La restauración del Santuario Nacional no solo implica obras físicas: representa un compromiso con la memoria colectiva, con la identidad del pueblo paraguayo y con la necesidad de preservar espacios sagrados que siguen vivos en la práctica comunitaria
La arquitecta Alicia Ramírez destacó durante la presentación que el trabajo se realizará “con profundo respeto a la historia del templo y a la fe del pueblo”, y que se buscará mantener la esencia de la iglesia con materiales tradicionales, técnicas especializadas y participación comunitaria en distintas fases del proceso.
El intendente Blas Gini, por su parte, expresó que este proyecto “es una oportunidad única para reivindicar a Piribebuy como ciudad histórica y espiritual, y para generar también un impacto positivo en el turismo, la economía local y el orgullo ciudadano”.