El Tribunal de Sentencia, presidido por el magistrado Hugo Ignacio Ríos Alcaraz e integrado por los jueces Pedro Nazer Ávila y Antonio Benítez como miembros titulares, dictó la sentencia condenatoria de 20 años de pena privativa de libertad contra José Ramón Lezcano Florentín, de 32 años, quien deberá cumplir en la Penitenciaría Regional de Misiones.
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Los miembros del Tribunal de Sentencia, en juicio oral y público, lo encontró culpable del delito de “feminicidio en grado de tentativa”, en perjuicio de su expareja, María Fátima Cabañas Alfaro, de 26 años.
Durante el juicio, se presentaron pruebas que confirmaron la premeditación del ataque; el historial de violencia previa y las amenazas sistemáticas que sufrió la víctima, hechos que fueron considerados por el Tribunal como agravantes al momento de dictar la condena.
Hecho punible con alevosía y ensañamiento
El hecho ocurrió en la madrugada del 2 de abril de 2019, a las 01:30, en el domicilio de la víctima, ubicado en la compañía Mbo’i Ka’e, distrito de Quyquyhó.
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De acuerdo con los antecedentes, el condenado Lezcano Florentín, quien había sido pareja de la víctima durante casi cinco años, mantenía una conducta violenta y controladora. Tras constantes agresiones físicas y amenazas de muerte, la mujer decidió separarse por temor a que él cumpliera sus amenazas, de que sea asesinada y que su hijo de ocho años corría igual peligro.
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De acuerdo a los antecedentes de los hechos, en horas de la madrugada, el hombre había llegado de manera sorpresiva al domicilio de su expareja. Disparó un arma de fuego frente a la vivienda, rompió una ventana y exigió que se le abriera la puerta, anunciando que venía a matar a la mujer e hijo. Al ingresar, intentó disparar varias veces sin éxito, luego sacó un cuchillo y apuñaló a la mujer en el cuello, en presencia del niño.
La víctima logró defenderse y escapar tras propinarle una patada a su agresor, quien huyó del lugar dejando herida a su ex pareja.La víctima fue auxiliada por vecinos y familiares, siendo trasladada en primera instancia al Centro de Salud de Quyquyhó, y posteriormente derivada de urgencia al Hospital Regional de Paraguarí, debido a la profundidad de la herida en el cuello, que puso en riesgo su vida.
El proceso fue impulsado por el agente fiscal Leonardo Cáceres, de la Unidad Penal de Quiindy. En representación del acusado actuó como defensor técnico el abogado César Cáceres.