Sindulfo Silva, poblador de la comunidad de Tañarandy, relató que, de acuerdo con las historias comentadas en la compañía, en la mañana del 28 de julio de 1998, la familia de Fidelina Genes, a la hora de largar sus terneros después de ordeñar la vaca, observó un objeto volador descender en el patio de su casa.
“Según la historia que nos contaba mi vecina, la señora Fidelina Genes, quien falleció hace dos años, vio con sus hijos, una mañana, descender un objeto en su patio; y de él salieron dos figuras con características humanas, que se quedaron viéndose fijamente sin hacer ninguna clase de ruido”, explicó.
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“Y para recordar este hecho, en una reunión con el fallecido Delfín ‘Koki’ Ruiz, decidimos plasmarlo en una pintura, y el autor fue el señor Cecilio Thompson, donde se recrea la bajada de un platillo volador y, a su alrededor, la comunidad dándole la bienvenida”, dijo Silva.
El cuadro se encuentra sobre la avenida principal conocida como Yvága Rape, por donde cada Semana Santa se recrea el Vía Crucis y se hace la procesión de la Virgen Dolorosa. Miles de candiles y antorchas iluminan este trayecto para ese acontecimiento.
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Y en el cuadro reza la siguiente leyenda: “La comunidad de Tañarandy da la bienvenida a los extraterrestres que nos visitan. Septiembre, 1998”. Está firmado por el artista, también fallecido, Cecilio Thompson, oriundo de esta comunidad ignaciana.
Luego de que se conociera el hecho a través del relato de los protagonistas del avistamiento, para muchos sonó a fantasía, pero para quienes experimentaron el momento, no hay dudas de que otros seres comparten el universo.