Desde la Brigada Mykurê informan que, debido a la creciente persecución por parte del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), se ven obligados a detener temporalmente la recepción y el cuidado de animales silvestres en situación crítica.
“Hoy una de nuestras niñeras fue intervenida en su casa por supuesta tenencia ilegal de zarigüeyas lactantes. Crías recién nacidas que iban a morir en el marsupio de su madre muerta, comidas por gusanos. Ella hizo lo que hace años venimos haciendo: brindar una oportunidad, ofrecer calor, alimento y cuidado, hasta que puedan volver a la naturaleza”, explica el documento.
Agrega que desde hace años trabaja silenciosamente, con responsabilidad, preparación y amor.
“Nunca pedimos dinero a nadie. Jamás cobramos ni solicitamos donaciones por rescatar o rehabilitar animales. Ni la doctora ni ningún miembro de la brigada ha lucrado con esta labor. Todo lo hicimos con recursos propios, porque creemos profundamente en la vida silvestre y en su valor”, sostiene.
Comenta que desde el Mades exigen el pago de tenencia por cada uno de los bebés en rehabilitación, como si fueran mascotas.
“¿Cómo puede exigir pagar por cuidar animales que no nos pertenecen, que jamás pretendimos tener como compañía? ¿En qué lógica cabe eso? Entendemos que se cobre tenencia a quien tiene un mono o un ave como mascota, pero es completamente injusto aplicar esa regla a quienes están rehabilitando 20 o 30 zarigüeyas recién nacidas al mismo tiempo, con fines de liberación”, especifica.
“El Mades sabe perfectamente quiénes somos y qué hacemos. Porque funcionarios de la institución nos han traído personalmente animales moribundos a nuestras casas, sin dejar alimento, medicamentos ni apoyo alguno. Nos dejaron los animales y se fueron, porque saben que con nosotros iban a tener una oportunidad de sobrevivir”, denuncia.
El documento señala que se sienten atacados e intimidados con allanamientos en hogares, interviniendo familias, tratando como criminales a quienes cuidan vidas.
“Estamos cansados. Cansados de sostener con nuestras manos, con nuestro tiempo, con nuestro dinero, y ahora también con nuestras libertades una causa que debería ser protegida, no castigada. Mades, mientras ustedes redactan resoluciones y llenan escritorios, nosotras cuidamos vidas. Y gracias a este trabajo, las zarigüeyas hoy son respetadas”, indica.
Lea más: Esto dice Defensa Animal sobre el mykurẽ al que mataron en Luque
Tiraron la toalla
“Nosotros ya tiramos la toalla gracias a ustedes. Espero estén felices. Según la Ley de Vida Silvestre, la autoridad competente para rescatar o asistir a un animal silvestre en situación crítica son ustedes, pero cuando se trata de un mykurê, simplemente no van. La única respuesta que dan es: Hacé la denuncia en la página web”, reclaman.
Otros reclamos
“¿De verdad creen que un animal herido, atropellado o recién huérfano puede esperar a que alguien del Mades lea y conteste un formulario?”, se preguntan.
Exigen una respuesta real. Una que proteja la vida silvestre, no que la archive en un sistema, “porque mientras ustedes siguen en silencio, los animales siguen muriendo”, señala Loiken Knöpfelmacher, líder de la Brigada Mykurê.