Los procedimientos se concretaron en Caacupé, Piribebuy, Tobatí, Eusebio Ayala y Emboscada, ciudades donde las autoridades detectaron focos de venta de estupefacientes que afectan principalmente a jóvenes y adolescentes.
El subjefe de Antinarcóticos de Cordillera, Luis Gamarra Cattebeke, confirmó que la cocaína y el crack son las drogas más incautadas, aunque reconoció que la marihuana sigue siendo la de mayor circulación en la zona. Además, resaltó que mantienen una vigilancia constante ante la posible entrada de nuevas sustancias al país, como ya ocurre en regiones fronterizas.
En tanto, durante junio se llevaron a cabo seis allanamientos y un procedimiento en la vía pública, que resultaron en la detención de siete personas.
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Operativos no frenan el microtráfico
A pesar de los procedimientos, pobladores de las zonas afectadas coinciden en que los operativos aislados no alcanzan para frenar el avance del microtráfico, que se expande con facilidad en barrios vulnerables ante la falta de control y oportunidades.
“Cada vez hay más drogas en los barrios y menos oportunidades para los jóvenes. Vienen, allanan y se van, pero al poco tiempo todo vuelve a empezar”, lamentó una pobladora de Caacupé, que prefirió mantener su nombre en anonimato por miedo a represalias.
Desde la Policía Nacional anunciaron que los operativos continuarán, aunque la ciudadanía insiste en la necesidad de acciones sostenidas, prevención y presencia permanente de las autoridades para evitar que el departamento siga siendo golpeado por este flagelo social.
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