Un total de 49 pasajeros, en su mayoría uruguayos, quedaron varados en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi luego de que su vuelo con destino a Montevideo, operado por la aerolínea Paranair, no pudiera aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Carrasco debido a una intensa niebla. Tras varias horas de incertidumbre y un viaje frustrado que incluyó desvío a Buenos Aires y regreso a Asunción, los pasajeros denunciaron abandono, falta de respuestas y ninguna asistencia por parte de la compañía.
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Pasajeros pidieron bajar en Buenos Aires
El vuelo despegó de Asunción el domingo en la tarde rumbo a la capital uruguaya. Sin embargo, debido a las condiciones climáticas adversas, el piloto intentó aterrizar dos veces sin éxito, y luego desvió la aeronave hacia Buenos Aires para reabastecer combustible. A pesar de los reiterados pedidos de los pasajeros para descender en esa ciudad y continuar por medios propios hasta Uruguay, la empresa se negó y ordenó el regreso a Paraguay.
Una vez de vuelta en Asunción, la situación se tornó aún más caótica. Paranair ofreció como única alternativa volar nuevamente a Montevideo recién el 22 de julio, es decir, diez días después del vuelo original. Los pasajeros afirmaron no haber recibido hospedaje, comida, ni asistencia básica, y que fueron dejados a su suerte en el aeropuerto.
“Nos mintieron intencionalmente. El piloto nos dijo que nos iban a cubrir hotel y que volaríamos al día siguiente. Pero hoy nos dicen que el próximo vuelo disponible es dentro de 10 días, y que nos arreglemos como podamos”, lamentó Paula Mendive, una de las afectadas, quien venía de Bolivia y tenía conexión hacia Montevideo. “Tengo un niño de dos años que me espera en casa. Ya tuve que pagar otro pasaje por mi cuenta para llegar como sea”, explicó.
El sacerdote Fabián Silveira, quien había participado de un congreso religioso en Paraguay, expresó su decepción con la aerolínea: “Esto deja una mala fama. Yo ya pagué el pasaje, y ahora tengo que pagar otro más caro para irme en ómnibus. Ni un vaso de agua nos dieron. Sabían que el aeropuerto en Uruguay estaba cerrado, igual nos hicieron embarcar”.
Por su parte, Alfredo Ignacio, otro pasajero, relató que incluso una señora en silla de ruedas fue reubicada en un vuelo para Montevideo “que sabían que tampoco iba a poder aterrizar”. “Nos ofrecieron hotel y reprogramación inmediata, pero al final no cumplieron nada. Nos están obligando a dispersarnos sin solución, sin reembolso, sin responsabilidad”, agregó.
La mayoría de los afectados eran uruguayos que vinieron a Paraguay para participar de un encuentro religioso. Ante la falta de soluciones, muchos optaron por comprar nuevos pasajes a Buenos Aires y desde allí cruzar en ferry hacia Montevideo, asumiendo un costo adicional considerable. Otros, sin recursos ni hospedaje, continúan en el aeropuerto sin saber cómo volver a casa.
Hasta el momento, Paranair no emitió un comunicado oficial sobre el incidente.