Atyrá: vecinos cierran acceso al pozo de lujoso barrio privado

Este sábado, pobladores de la compañía Zanja Jhu del distrito de Atyrá (departamento de Cordillera) procedieron al cierre del acceso a un pozo profundo perforado en su comunidad para abastecer de agua al emprendimiento “Highlands Lagoon Lifestyle”, un lujoso barrio cerrado en construcción en el límite entre San Bernardino y Ypacaraí.

En la compañía Zanja Jhu, de Atyrá, procedieron al cierre total del acceso al pozo profundo perforado en su comunidad.
Faustina Agüero

La decisión fue tomada luego de que los vecinos constataran que, pese a las protestas, una propiedad privada seguía permitiendo el ingreso de operarios de la empresa responsable. Víctor Samaniego, uno de los voceros vecinales, confirmó la medida.

“Hoy sábado se ha procedido al cierre, se ha montado un retén en el lugar y no se permitirá que vuelva a entrar ningún operario de la empresa porque esa es la determinación que se toma. Y cualquier orden que venga de volver a sacar agua, la gente ya va a empezar a actuar como corresponde, haciendo uso de las fuerzas también”, advirtió.

Desde hace días los pobladores de la comunidad de Zanja Jhu cuestionan el acceso al pozo profundo perforado en su zona.
Los pobladores de la comunidad de Zanja Jhu cuestionan el acceso al pozo profundo perforado en su zona.

Los antecedentes

Desde diciembre, los pobladores de Zanja Jhu expresan su preocupación luego de tomar conocimiento de que la Municipalidad de Atyrá, a cargo de Juan Ramón Martínez (ANR), autorizó la excavación de cañerías para llevar agua desde la comunidad hasta el barrio cerrado, ubicado a una distancia de 6,83 kilómetros.

El emprendimiento, a cargo de de la empresa Petrohue Real Estate S.A., filial de Highlands Park & Lagoon, planea no solo abastecer viviendas de lujo, sino también alimentar una laguna artificial de grandes dimensiones que forma parte del complejo privado.

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El intendente Martínez, en lugar de asumir responsabilidad por la autorización municipal, culpó al Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible y al Ente Regulador de Servicios Sanitarios.

Los vecinos denuncian que el proyecto pone en riesgo la provisión de agua para unas 400 familias que dependen de pozos comunitarios y aguateras en una zona históricamente desatendida por el Estado.

Con el cierre de hoy, la comunidad decidió no esperar más a las autoridades y tomar el control directo sobre su recurso vital.

“No vamos a permitir que se sigan llevando nuestra agua, ni para lagunas, ni para barrios de ricos, mientras nosotros tenemos que andar mendigando baldes”, sostienen los vecinos.

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