El horario vigente afecta la calidad educativa, sostiene la OTEP-A

El gremio OTEP-A advierte que el horario vigente afecta la calidad educativa y propone un modelo de jornada extendida con alimentación escolar, actividades integrales y condiciones dignas para docentes y estudiantes. El ministerio de Educación, Luis Ramírez, dijo que están abiertos a modificar y analizar otros horarios e incluso explorar la jornada extendida.

Imagen de referencia de estudiantes.
Imagen de referencia de estudiantes.Rene Gonzalez

El secretario general de la Organización de Trabajadores de la Educación del Paraguay Auténtica (OTEP-A), Gabriel Espínola, manifestó el rechazo del gremio docente al actual modelo de jornada escolar y advirtió que las condiciones en muchas instituciones no permiten una educación de calidad.

Espínola criticó el nuevo horario implementado este año, los alumnos deben ir a clases a las 7:00, a pesar de la oscuridad a esa hora. Manifestó que muchos estudiantes llegan tarde o directamente dejan de asistir. “La jornada actual reduce el tiempo real de clases a unas dos horas y media, cuando se debería garantizar al menos cuatro”, indicó.

Apoyo a jornada única, pero con inversión

En contrapartida, el gremio docente propone avanzar hacia una jornada única o extendida, que se desarrolle desde cerca de las 8:00 hasta las 15:00. Esta incluiría cuatro a cinco horas curriculares y otras complementarias, enfocadas en el desarrollo integral de los estudiantes como arte, deporte, robótica, tecnología, entre otros.

No obstante, Espínola advirtió que una transformación de esa magnitud requiere una inversión significativa por parte del Estado. “Se necesita infraestructura adecuada, contratación de docentes, técnicos, psicólogos, además de asegurar la alimentación escolar”, expresó.

Jornada extendida: experiencias mixtas

El ministro de Educación, Luis Ramírez, dijo que están abiertos a modificar y analizar otros horarios e incluso explorar la jornada extendida, que es algo que hace rato se habla en educación, pero que antes era imposible porque no había el proyecto Hambre Cero.

El dirigente explicó que el proyecto de jornada extendida iniciado en 2014 en 300 instituciones tiene resultados dispares. En aquellas donde se garantizó desde el inicio la alimentación escolar, el modelo funcionó satisfactoriamente. Sin embargo, en otras escuelas, como en el caso de Caazapá, “se construyeron comedores, pero no había alimentos”. Esta crítica situación obligó a los alumnos a regresar a sus casas al mediodía.

Espínola recalcó que para lograr una mejora real en la calidad educativa es fundamental garantizar condiciones mínimas. “No puede haber una jornada extendida, sin infraestructura, ni formación docente, ni tecnología útil”, puntualizó.

Hoy no se cuenta con una mirada integral de la educación”, señaló.

Desde la OTEP-A insisten en que el camino hacia una educación de calidad pasa por una jornada escolar más completa, planificada, equitativa y respaldada por inversión pública.

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