Como encargado de las coberturas religiosas por el diario ABC Color, un mes antes de la visita del Papa Francisco al Paraguay, hace 10 años, planteé al entonces nuncio Eliseo Antonio Ariotti, la posibilidad de realizar una entrevista al pontífice.
El representante del Vaticano prácticamente no dio posibilidades, al tratarse de una visita que iba a estar acompañada de numerosos periodistas, porque, si accedía con uno, tendría que hacer lo mismo con los otros. Pero no se cerró por completo.
Ariotti me pidió que redactara una solicitud, la que acerqué a la Nunciatura. Y unos diez días después, me llaman desde la sede diplomática para retirar una carta de la Santa Sede. En la misma me informaban que la nota había recibida en el Vaticano, y que sería enviada a la dependencia que iba a tomar la decisión.

Llegué al diario y le comenté lo que estaba ocurriendo al director Aldo Zuccolillo. Y “el Dire” -como le decíamos cariñosamente- me preguntó qué le iba a preguntar a Francisco “si acepta la entrevista”. A lo que respondí:- “Voy a preparar el cuestionario”. El director se adelantó: “primero quiero verlo yo”.
Fui al escritorio y empecé a redactar. Iba a preguntar sobre corrupción o sobre su postura acerca de los homosexuales, cuestiones que en cada encuentro con los periodistas se le preguntaban al Papa. También sobre su elogio al Paraguay en la persona de las mujeres... entre otras; y la décima pregunta iba a ser ¿por qué el Paraguay no tiene cardenal; cuál es su pecado?

Preguntas informales
Al día siguiente, a las 7:00 de la mañana, fui a la oficina del director con las diez preguntas. Y empezó a tacharlas con su famoso bolígrafo rojo. Comenzó por la primera y continuó con el resto. Solo dejó la última: ¿por qué el Paraguay no tiene cardenal; cuál es su pecado?
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El Dire me dijo: “de todas estas preguntas -y marcó con una llave del 1 al 9- ya sabemos qué piensa el Papa. Si le preguntás, te va a dar la misma respuesta”.
Quedé un poco descolocado y entonces el Dire miró para arriba y, pensativo, me dijo que anotara algunas preguntas que llamarían más la atención. “Primero -me dijo- pregunte al Papa a qué hora se levanta, si acostumbra caminar descalzo por el palacio y en ropa informal fuera de la sotana. Qué le cocina su cocinero. Entre una pasta y bife de chorizo por cuál optaría. ¿Lo acompañaría con un buen mendocino (vino)? Y finalmente, pregúntele la última sobre por qué Paraguay no tiene cardenal"
Zuccolillo me dijo que, si respondía, causaría un gran impacto mundial saber más de la cotidianeidad del Papa.
Salí de su oficina y me dije “solo el Dire me puede proponer estas preguntas”.
A medida que se acercaba la visita del Papa, un día de esos, recibí otra carta del Vaticano, en la que agradecían el interés por la entrevista al tiempo de indicarme que no iba a ser posible, por la razón que ya me había manifestado el nuncio. Si accedía con uno, tendría que hacerlo con los otros que tenían las mismas pretensiones.
Me convoca el nuncio en su sede diplomática para explicarme lo expresado en la carta. Pero me adelantó que él iba a realizar gestiones con el Papa para que al retornar a Roma hablara con los periodistas de los países visitados. Y que normalmente se hacía una sola pregunta.
Con el papa Francisco
El primer contacto con el Papa fue con destino a Ecuador, cuando salió del sector en que viajaba y se dirigió hacia donde estaban los periodistas. Allí saludaba a cada uno y le preguntaba de qué país era.
Una vez culminada la visita apostólica a Sudamérica, todos los periodistas debíamos retornar a Roma, lugar de inicio de la gira que llegó a Ecuador, Bolivia y Paraguay.
Cuando el avión papal alcanzó la altura en que la gente podía moverse de los asientos, aparece el vocero del Vaticano, el jesuita Federico Lombardi, y nos informa que, debido a la cantidad de periodistas, realizaron un sorteo y solo uno haría una pregunta en nombre de cada país visitado. Mientras otros lo harían en representación de sus continentes. Lombardi leyó la nómina de periodistas y en el sorteo salió Aníbal Velázquez, por Paraguay.
Con una sola pregunta y las sugeridas por el Dire, no tenía otra alternativa y decidí preguntar sobre un tema que atañía la Iglesia del Paraguay, que fue ¿Por qué el Paraguay no tiene cardenal; cuál es su pecado?
Cuando Lombardi anunció que quedaba a cargo de Aníbal Velázquez, de Paraguay, realizar la pregunta, el Papa inmediatamente dice: “¡Atención! Se viene la pregunta en guaraní”.
Una vez lanzada la consulta, el papa habló de la Iglesia en Paraguay, que se extrañaba que los obispos Bogarín no hubieran sido cardenales y finalmente dio la esperanza de un próximo purpurado en Paraguay. Y tenía razón el Dire, los otros periodistas volvieron a insistir sobre temas de corrupción, su postura sobre los homosexuales, su próxima visita, entre otras.
Pero no solo al Papa le pregunté por qué Paraguay no tenía cardenal. A cada purpurado que nos visitaba, era una de mis preguntas a los largo de 30 años en la profesión de periodista.

El primer cardenal
La designación del cardenal paraguayo se conoció el 29 de mayo del 2022, cuando Paraguay amaneció con la agradable noticia de que por primera vez tendría un purpurado, el arzobispo metropolitano de la Santísima Asunción, Mons. Adalberto Martínez.
Del actual papa León IV se espera que regale al Paraguay la creación de nuevas provincias eclesiásticas.
El papa Francisco llegó al Paraguay un 10 de julio y retornó el 13 de julio de 2015.