“Falta aulas, pero sobran ganas”, resumen los padres, docentes y estudiantes que, ante la indiferencia de las autoridades, incluido el presidente de la República, Santiago Peña, se organizan para exigir algo tan básico como un aula digna.

El 14 de junio del año pasado, el director de la institución, Sixto Galeano, interrumpió un acto oficial donde el presidente Santiago Peña entregaba viviendas, para pedirle la construcción de aulas. “No tenemos ni un aula en el colegio, así que atropellé el protocolo para pedir ayuda al presidente”, recuerda. Un año después, su pedido sigue sin respuesta.
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Actualmente, 180 alumnos, desde preescolar hasta noveno grado, asisten a clases sin infraestructura adecuada. La escuela tiene un pabellón de madera construido por los padres años atrás, pero fue clausurado por riesgo de derrumbe.

Ante la falta de respuesta estatal, la comunidad logró que la gobernación y la municipalidad inicien la construcción de dos aulas, que al día de hoy aún no tienen techo. Mientras, se espera una resolución del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) para refaccionar otro espacio a través del programa Tape.
Lejos del país de Santiago Peña, sufren el frío intenso por estudiar
Así, en plena ola de frío, los alumnos estudian al aire libre, en pasillos o en una vieja cocina de madera, improvisada como aula. “Nos mandan sillas, pero no tenemos aulas, sufrí estudiando aquí y ahora sufro enseñando en las mismas condiciones”, lamenta la docente Nora Martínez, egresada de la institución y ahora a cargo del cuarto y quinto grado.

Con lágrimas contenidas, Martínez lanza un mensaje al presidente Santiago Peña: “que mire a los más vulnerables, que venga al interior y vea la realidad. Se dice que los niños son el futuro, pero aquí seguimos igual que hace décadas”.
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Los niños, muchos con problemas respiratorios por el humo y el frío, gritan pidiendo aulas, graban videos y los suben a redes sociales en un último intento por captar la atención del Gobierno.
“Hace frío, sin aulas, sin internet, sin capacitación... es difícil cambiar la educación así”, dice el director Galeano. “Hace 21 años estamos sin aulas en el colegio. Solo la escuela tenía algunas de madera, que ya clausuramos por seguridad”, añade.
Sin aulas, pero con pupitres chinos
Mientras, el almuerzo escolar llega con normalidad y se entregaron los pupitres chinos, comprados por Itaipú para escuelas públicas, pero con sospechas de direccionamiento a una empresa amiga, de sobrefacturación, y dejando de lado a la industria nacional.

Los kits escolares del MEC tampoco fueron entregados completamente, lo que agrava aún más la situación de precariedad.
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En el departamento de San Pedro, la educación pública sigue atrapada entre el abandono estatal, la falta de aulas, carencia de docentes, mobiliario insuficiente, sin internet y sin políticas públicas sostenibles.
Las mejoras llegan solo cuando la comunidad se organiza y se moviliza, revelando el fracaso del Estado en garantizar el derecho básico a una educación digna.
También en Villa Hayes, pasan frío por falta de aulas
En la escuela anexo Nueva Asunción de la zona de Remansito, Villa Hayes, los alumnos también estudian a la intemperie, con las temperaturas que esta semana llegaron a 0°C en distintos puntos del país, por falta de aulas. Como solución, el ministro de Educación, Luis Ramírez, planteó que los chicos se muden, pero no hay otra escuela cerca.